Se trata del elasmosaurio más pesado descubierto hasta ahora. Los investigadores de Argentina tardaron décadas en la excavación que tuvo lugar en la Antártida.,Histórico. Investigadores de Argentina han descubierto en la Antártida los restos fosilizados de un elasmosaurio gigante de 70 millones de años de antigüedad. Se trata de uno de los fósiles de dinosaurios más completos jamás hallados. El animal marino pertenece a una especie que forma parte de los plesiosaurios, que representan algunas de las criaturas marinas que existieron en el período Cretácico, informó National Geographic. Los científicos del Instituto Antártico Argentino afirman que este ejemplar, que alguna vez pesó alrededor de 15 toneladas, pertenece al género Aristonectes, un grupo cuyas especies se consideran aisladas de otros elasmosaurios, ya que se diferenciaban mucho de los descubiertos en Estados Unidos. PUEDES VER Científicos descubren por qué se extinguieron los castores gigantes “Durante años fue un misterio…no sabíamos si eran elasmosaurios o no”, declara José O’Gorman, paleontólogo del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CONICET). “Eran un tipo de plesiosaurios raros que nadie conocía”, agrega. La excavación completa del fósil tomó décadas después de haber sido avistado en 1989 por William Zinsmeister de la Universidad de Purdue, quien no contaba con los recursos para lograr tal empresa. Por ello, informó del hallazgo a un equipo de investigadores de Argentina. PUEDES VER Autismo podría tratarse con píldoras probióticas, según estudio Con esta información, el Instituto Antártico Argentino puso en marcha las excavaciones, que se hicieron a un ritmo extremadamente lento debido al tiempo y la logística. Y no era para menos, pues las condiciones climáticas en esas latitudes suelen ser severas, lo que dificulta tanto la excavación como la gestión de materiales. «La meteorología es uno de los problemas. La meteorología lo controla todo. Un día puedes trabajar y al otro hay una ventisca», afirma O’Gorman. En 2017 finalizó la excavación en la Antártida, y se desenterró una parte importante del esqueleto del animal, cuya longitud es de unos 12 metros de la cabeza a la cola. Su peso triplica a la mayoría de elasmosaurios descubiertos. El hallazgo ha sido registrado en un artículo científico publicado en Cretaceous Research.