Los awajún y la geometría del universo
El reconocimiento internacional de la Unesco no es la única buena noticia que celebran los awajún. Un libro-catálogo sacó a la luz su cosmovisión representada en su bella y enigmática cerámica.
El 2021 ha sido un buen año para los awajún. En estos días, casi al finalizar el año, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a los valores, conocimientos, saberes y prácticas ancestrales asociados a la cerámica del pueblo awajún. Y casi al empezar, más precisamente en marzo, salió de la imprenta el libro Gráfica awajún: geometría del universo, de Josefa Nolte. Dos buenas noticias que llevan a los awajún –el segundo pueblo originario más grande de la amazonía peruana– más allá de la típica asociación con el conflicto del Cenepa o al tristemente célebre “Baguazo”.
Simetría awajún
La publicación bien puede ser denominada un catálogo, pues no solo sorprende la profusión de la ya célebre iconografía de la cerámica awajún, sino que también se puede gozar de su edición y diseño, así como de los textos que ayudan a situarnos en este universo geométrico.
Pero, ¿el libro y el reconocimiento de la Unesco son una feliz coincidencia? Desde Iquitos, donde cumple con sus tareas como directora de Patrimonio Cultural del Mincul, Nolte nos revela que entró “a trabajar con las ceramistas awajún en 2013, aunque las conocía desde 1974. En el 2016 publiqué Cerámica awajún, libro de aprestamiento para niñas”.
“En paralelo, el ministerio elaboraba el expediente para la declaratoria de la cerámica awajún como Patrimonio Cultural de la Nación que se dio en el 2017. El otro libro fue concluido en 2018, pero como yo era funcionaria pública no podía buscar financiamiento para su publicación. En 2019 se postula a los valores, conocimientos y prácticas de la cerámica awajún a la lista representativa de Patrimonio Cultural de la Humanidad que se obtiene en el 2021... y la publicación salió en marzo del 2021″.
La cerámica es una de las artes que refleja el esplendor de la civilización andina y son precisamente los awajún –más precisamente las mujeres awajún– quienes conservaron esta tradición que fue olvidada y subestimada durante siglos. De ahí que vale preguntarse, ¿por qué Nolte se interesó en el tema? “La cerámica es la línea artesanal que más me atrae. Me dedico a las artesanías desde los 18 años, cambié de carrera (de arquitectura a antropología) porque fue amor a primera vista. Cuando comencé el trabajo más cercano con las ceramistas awajún, fue registrar las imágenes ‘de planta’ para poder trabajar con ella algunos conceptos de desarrollo y diseño. Con el primer conjunto ya percibí el potencial y me dediqué a registrar todo y comencé a digitalizarlo para visualizar los diseños mejor”, recuerda Nolte.
En el libro, la autora reconoce la empeñosa tarea realizada por organizaciones como la ONG Agrónomos y Veterinarios sin Fronteras y Odecofroc: la Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del Cenepa.
Un aporte sorprendente del libro es la presentación de ‘códigos en processing’ que generan algoritmos para la gráfica awajún. Al respecto, Nolte asegura que “las mujeres son las encargadas de la cerámica. Ellas recrean la naturaleza. La simetría de sus diseños me llevaba a los algoritmos de la naturaleza. Un algoritmo es una secuencia de instrucciones para desarrollar un modelo. Dos matemáticos han corroborado mi hipótesis: las mujeres awajún, además de manejar procesos químicos y físicos para la producción, dominan el álgebra, la geometría, en la práctica de las gráficas con que representan la naturaleza”.