Los mejores trucos caseros para lavar en seco una prenda delicada
Si cuentas con prendas delicadas en tu guardarropa, descubre los mejores trucos caseros que puedes aplicar para no estropearlas durante el lavado.
Trucos caseros para lavar en seco prendas delicadas. Las ropas hechas de piel, gamuza, seda, lana y otros materiales pueden ser muy bonitas, pero al momento de ensuciarse requieren de un lavado especial por la naturaleza de sus tejidos. Por tal motivo, te mostramos algunos trucos caseros que puedes aplicar para no estropearlos durante el lavado.
Ten en cuenta que, antes de lavar cualquier prenda, es importante que revises su etiqueta, la cual indica su composición y las recomendaciones en cuanto al lavado, el secado e incluso el uso de químicos. Esta información te ayudará a mantener tu ropa en perfecto estado.
Bicarbonato de sodio
Debido a sus propiedades como blanqueador natural, el bicarbonato de sodio es muy eficaz para eliminar cualquier tipo de manchas en prendas de tonos claros y, además, es muy útil para limpiar colchones y edredones.
- Paso 1: Sacude la prenda para sacar todo el polvo y extiéndelo en una superficie plana.
- Paso 2: Espolvorea bicarbonato de sodio por toda la prenda.
- Paso 3: Deja que el bicarbonato actúe por al menos 3 horas.
- Paso 4: Aspira la prenda para sacar el bicarbonato y verás que las manchas desaparecieron. ¡Eso es todo!
Foto: WikiHow
Amoníaco
Otra efectiva forma de lavar tus prendas delicadas en seco consiste en utilizar amoníaco, un cepillo y un paño limpio. Con estos elementos podrás tener una limpieza profunda sin malograr tu ropa.
- Paso 1: Mezcla un poco de amoníaco en un recipiente con agua.
- Paso 2: Extiende la prenda que deseas lavar en una superficie plana.
- Paso 3: Sumerge un cepillo en la mezcla y comienza a refregar las partes sucias.
- Paso 4: Pasa el paño limpio humedecido en la mezcla por la tela para mejores resultados. Concéntrate en la zona del cuello, las axilas y los puños, que suelen ser los que más se ensucian.
- Paso 5: Cuelga la prenda en una percha y déjalo secar al aire libre. Cuando se seque de un lado, da vuelta la prenda para terminar de secar del otro.
Antes de lavar una prenda es importante leer las etiquetas. Foto: Hogarmanía
Lavado a mano
Muchas prendas delicadas llevan en su etiqueta la instrucción “lavado a mano” debido a que este proceso suele ser más suave y cuidadoso. Para llevarlo a cabo, solo necesitas llenar un balde con agua fría y combinarlo con detergente para prendas delicadas.
Sumerge la prenda por completo y frota con la yema de los dedos las manchas o áreas más sucias, como axilas o el cuello. Después enjuaga la prenda para quitarle la espuma.
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La clave final se encuentra en el secado. Porque, para quitar el exceso de humedad, lo ideal es extender la prenda sobre una toalla seca y enrollarla en ella, apretando sin retorcer para que absorba todo el agua. Después tiéndela en una superficie lisa y listo.
El lavado a mano es recomendable para prendas delicadas. Foto: Hogarmanía
¿Cómo tender la ropa delicada?
En el caso de las prendas de seda, lana o piel, se recomienda extenderlas sobre una toalla para que se sequen completamente antes de guardarlas. Nunca cuelgues las prendas de lana en una percha y menos cuando estén húmedas porque precisamente el peso del tejido hará que queden marcadas sus formas.
Los tejidos más comunes y sus formas de lavado
- Lana: se recomienda su lavado a mano o en seco. A máquina puede encoger, aunque se utilice el programa de lana, e incrementa la posibilidad de que al tejido les salgan las odiadas ‘bolitas’.
- Viscosa: es un tejido bastante sensible al agua que no resiste tanto tiempo dentro de la lavadora como, por ejemplo, el algodón. El consejo es lavarlo a mano y mejor en seco.
- Seda: es uno de los tejidos más delicados que se deteriora si se lava a máquina. Siempre a mano o en seco.
- Nailon: es un tejido más complicado. Los fabricantes indican lavarlo en seco porque con agua lo más seguro es que encoja y se arrugue en exceso.
- Piel: es un tejido que siempre debe limpiar un experto. En casa puede deteriorarse o deformarse con mucha facilidad.