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El médico italiano de la UNMSM que se enamoró del Perú y dejó un legado humanitario: una calle en La Victoria lleva su nombre

Esteban Campodónico Figallo llegó al Perú muy joven y, tras estudiar Medicina en la UNMSM, desarrolló una vida filantrópica hasta su fallecimiento. En su testamento dejó un fondo para la creación de un premio para quienes ofrezcan servicios desinteresados a la sociedad peruana.

El médico italiano de la UNMSM que se enamoró del Perú y dejó un legado humanitario: una calle en La Victoria lleva su nombre. Foto: Composición LR / UNMSM / Universidad de Piura
El médico italiano de la UNMSM que se enamoró del Perú y dejó un legado humanitario: una calle en La Victoria lleva su nombre. Foto: Composición LR / UNMSM / Universidad de Piura

A lo largo de la historia del Perú, muchos extranjeros terminaron quedándose en este país y algunos de ellos destacaron en el campo que se dedicaron. Esteban Campodónico Figallo no es la excepción, un italiano que estudió Medicina en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM) y dejó un legado humanitario que perdura hasta hoy. Su nombre se encuentra estampado en una calle del distrito de La Victoria.

Desde la creación de la primera cátedra de Radiografía en América Latina hasta una labor filantrópica, el italoperuano conserva un legado recordado por mejorar la salud y el bienestar de sus compatriotas americanos.

¿Quién fue Esteban Campodónico?

Esteban Campodónico Figallo, nacido el 2 de agosto de 1866 en la comuna de Chiavari, en la ciudad de Génova, llegó muy joven al Perú en 1879, durante la época del auge del guano y previo a la Guerra del Pacífico.  

Esteban, el mayor de los hermanos, inició sus estudios en el Seminario de Santo Toribio de Mogrovejo, en la Lima de 1880. Siete años después, con 21, ingresó a la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), donde tuvo destacados profesores como Enrique Guzmán y Valle y Miguel Colunga, quien fu asistente del investigador Antonio Raimondi.

En 1889, presentó su tesis de Bachillerato sobre la ‘Psoralea glandulosa (culen)’ y en 1895 se graduó en la Facultad de Medicina, con los títulos de Bachiller y Doctor con su trabajo sobre el traumatismo medular y embarazo extrauterino, respectivamente.

La década de 1890 es recordada por el sacrificio de Daniel Alcides Carrión, quien se inoculó la verruga peruana para estudiar la enfermedad. Lo que no es tan conocido es que el acto inspiró a Campodónico a publicar ‘Observaciones sobre un caso interesante de verruga peruana’ en Crónica Médica en 1895.

Una vez terminada su carrera en la UNMSM, sus ganas de mejorar sus conocimientos lo llevaron a estudiar Oftalmología en la Universidad de Bolonia, con lo que luego publicaría una tesis sobre la verruga andina en 1908. Asimismo, representó al Perú en el Congreso Oftalmología de Nápoles y a la colonia italiana en el Congreso de Roma. Un año después cursó Radiología en Viena.

 El médico italoperuano Esteban Campodónico. Foto: Universidad de Piura.<br>

El médico italoperuano Esteban Campodónico. Foto: Universidad de Piura.

Filántropo y catedrático en el Perú

Además de catedrático de Radiología Clínica en la UNMSM, de 1916 a 1930, destacó como benefactor, contribuyendo a muchos centros de salud, como el Hospital Italiano Vittorio Emanuelle II, donde también trabajó desde 1898 como jefe de la sección oftalmológica, en reemplazo del doctor Ernesto Mazzei, y dirigió el dispensario oftalmológico gratuito.

El nosocomio estaba ubicado en la avenida Abancay y con el tiempo se construyó una moderna clínica italiana en San Isidro, que cerró en 1997, luego de la toma de los rehenes en la residencia del embajador japonés.

Además de incorporar un avanzado equipo de Rayos X y escribir el libro “Radiología Clínica”, su legado filantrópico incluye donaciones al Círculo Médico Peruano y la Sociedad Italiana de Beneficencia.

Asimismo, fue inspector en el Dispensario General Antituberculoso y en la escuela taller Santa Teresa, miembro activo de la Sociedad Geográfica de Lima desde 1914 y dos veces concejal de Lima, llegando a recibir una medalla de oro por su labor filantrópica.

Además de las condecoraciones como Comendador de la Orden de la Corona de Italia, Caballero de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, y Comendador de la Orden de San Gregorio Magno, la Sociedad Peruana de Radiología, creada poco antes de su fallecimiento, lo designó Miembro Honorario en su primera sesión ordinaria en 1938.

 Interior del desaparecido Hospital Italiano Vittorio Emanuele II, dirigido por Campodónico durante 30 años. Foto: Universidad de Piura.

Interior del desaparecido Hospital Italiano Vittorio Emanuele II, dirigido por Campodónico durante 30 años. Foto: Universidad de Piura.

Premio y calle Esteban Campodónico

Tras su muerte, el 23 de octubre de 1938 en Panamá, debido a una bronconeumonía, sus restos fueron trasladados a Lima y su cuerpo fue enterrado en el mausoleo familiar del cementerio Presbítero Maestro.

Desde 1995, la Universidad de Piura y la Clover Foundation de Nueva York honra la memoria del médico italiano mediante el Premio Esteban Campodónico Figallo, que se otorga a los individuos y organizaciones que ofrecen servicios desinteresados a la sociedad peruana.

 Premio Esteban Campodónico. Foto: UDEP

Premio Esteban Campodónico. Foto: UDEP

En su testamento, el italoperuano destinó un fondo en Nueva York para crear un premio que fomentara el progreso científico y la beneficencia en Perú. Hasta hoy, galardón se otorga en dos categorías: Actividad Profesional Destacada y Servicios Directos a la Sociedad.

Por otra parte, entre la avenida Canadá y Javier Prado, se encuentra la calle Esteban Campodónico, en el distrito de La Victoria, que se creó para honrar al destacado médico.