“Queen II”, ¿el mejor álbum de Queen?
Aniversario. Segundo álbum de Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylor cumple 50 años.
Uno de los mejores álbumes de Queen no es muy conocido por el gran público, aunque sí por los fanáticos de la banda británica, para quienes es quizá lo más sólido que hicieron Freddie Mercury, Brian May, John Deacon y Roger Taylo: Queen II de 1974. Si cabe el dato escondido en una agrupación a la fecha universal, pues este álbum lo sería. Para empezar, ninguno de sus temas figura entre sus hits más ubicables y muy contadas veces eran incluidos (y por periodos, borrados) en el playlist de sus conciertos.
Este álbum tiene dos características a destacar, una no musical y la otra que lo es. Primero, hizo que los músicos se dedicaran precisamente a la música (si bien el primer álbum Queen (1973) los puso en el radar de la industria, el logro no alcanzaba para que dejaran sus deberes cotidianos, como trabajar y estudiar (Brian May estudiaba física y John Deacon electrónica). La segunda, es que sí se trata del trabajo más consistente del grupo, al cual habría que acercarse sin tener presente sus señas más conocidas, es decir, sin la influencia que, así como ayuda, también limita la percepción, destruye el asombro y otras maravillas del caletismo ilustrado.
Cada canción de las once que componen Queen II es toda una experiencia auditiva y sensitiva, con pliegues que van de lo acústico a lo operístico y letras tachonadas de metáforas poéticas que nos remiten a El vellocino de oro de Robert Graves (“White Queen (As it Began”)), por ejemplo.
En este sentido, temas como “Someday day one day”, “Procession”, “Ogre Battle” y “Funny how love is” serían las idóneas puertas de entrada a este trabajo que derrocha epifanías y que tiene la fuerza de ampliar la visión de la vida, algo que es necesario tener hoy a manera de vía de escape de una realidad cada vez más desalentadora. Como una muy buena novela que sabemos que va a aquedar tras su lectura, así es Queen II, un genuino producto cultural, si nos ponemos en onda burocrática, o sencillamente un regalo del estado de gracia creativo.
Y para completar la historia, porque lo bueno nunca viene sin épica. El 21 de febrero de 1974, David Bowie, en la cresta de su merecida fama y dependiente de los múltiples compromisos, canceló su participación en el legendario programa Top of The Pops, que era donde todos querían aparecer y del que tanto se ha escrito en la narrativa inglesa de ficción y de no ficción de las últimas décadas. En su lugar, tocó Queen. Por primera vez salían en televisión y en uno de los programas más sintonizados.
“Seven seas of Rhye”, la canción que venían trabajando, la rompió. Un mes después, salió al mercado Queen II.