Hablan los sobrevivientes de Auschwitz
Testimonios. Los últimos exprisioneros, desde el lugar, relataron los horrores que vivieron en el antiguo campo de concentración del que fueron liberados hace 75 años.
Supervivientes de Auschwitz y representantes de más de 50 países conmemoraron ayer, en el antiguo campo de exterminio nazi, el 75º aniversario de su liberación con una ceremonia protagonizada por los exprisioneros, quienes pidieron a la comunidad internacional que, pese al paso del tiempo, nunca se olvide lo que allí pasó.
“Estamos aquí para relatar la pesadilla que se vivió en Auschwitz, ese es nuestro legado al mundo”, afirmó la polaca-rusa Lidia Turovskaya, antigua prisionera de Auschwitz-Birkenau y parte del grupo de supervivientes que llegaron hasta el pueblo polaco de Oswiecim (Auschwitz), donde se ubicaba el campo de exterminio.
La polaca Anna Dabrowska (Varsovia, 1923) es otra de estas supervivientes, arrestada en 1942 por su apoyo a la resistencia y deportada a Auschwitz, donde permaneció hasta ser trasladada a otro campo en enero de 1945, días antes de la llegada de los libertadores soviéticos.
“No me canso de contar lo que vivimos en Auschwitz, y lo seguiré haciendo con voz firme mientras tenga fuerzas porque sé que esa es mi obligación”, aseguró Dabrowska.
Junto a otros supervivientes que ayer estuvieron en los actos organizados en Auschwitz, Dabrowska quiere que sus recuerdos sirvan para que el mundo tome conciencia.
Benjamin Lesser llegó desde Estados Unidos, donde se trasladó tras la II Guerra Mundial, para relatar su experiencia.
“Cuando llegué por primera vez a Auschwitz bajé del tren de transporte con mis padres y mis hermanos, a los que no volví a ver porque fueron directamente a la cámara de gas. Aunque entonces yo no sabía qué era eso de la cámara de gas, nadie lo sabía”, recordaba Lesser.
“El doctor (Josef) Mengele (médico de las SS conocido por sus experimentos con humanos) me preguntó si yo podía trabajar, y yo respondí que sí. Tenía quince años y mi capacidad de trabajar fue lo que me salvó la vida”, relató.
“Recuerdo también que un soldado se rió y me dijo: ‘Tú, judío, ¿crees que has venido aquí de vacaciones? Aquí tendrás que trabajar. Olvídate de tu familia. ¿Ves la ceniza que flota en el aire? Esos son los restos de vuestros padres, hermanos y familiares’. Así fue nuestra llegada a Auschwitz”, agregó.
También recordaron la liberación. “Oíamos disparos cercanos al campo y sabíamos que pronto vendrían las tropas liberadoras, aunque la verdadera liberación no llegó hasta tiempo después, cuando logramos interiorizar lo sucedido y ser conscientes de que la pesadilla había terminado”, dijo la israelí de origen polaco Batsewa Dagan, una de las supervivientes que relataron su experiencia.
Durante la ceremonia, estuvieron presentes representantes de 50 países. Entre ellos, los reyes de España, Felipe y Letizia, los presidentes de Israel (Reuven Rivlin), Alemania (Frank-Walter Steinmeier) y Hungría (Victor Orban). Sin embargo, se hizo notar la ausencia de Vladímir Putin, pese a que fue el Ejército Rojo el que liberó Auschwitz.
Como anfitrión, el jefe del Estado polaco, Andrzej Duda, quien fue el único político que tomó la palabra con un discurso en el que quiso reiterar el compromiso de Polonia, “primera víctima de la agresión nazi”, en garantizar la supervivencia de Auschwitz como “símbolo eterno del mayor crimen cometido en la historia de la Humanidad”.
Fotos tomadas por miembros de la SS en 1944
El País
Gran parte de las situaciones que vivieron los prisioneros en Auschwitz han sido fotografiadas por dos SS en mayo de 1944. Después de una serie de casualidades, las imágenes fueron recuperadas por una superviviente de los campos de la muerte, Lilly Jacob-Zelmanovic Meier, que acabó por donarlos al Yad Vashem, el museo de la Shoah situado en Jerusalén (www.yadvashem.org).
Lilly Jacob-Zelmanovic Meier fue deportada a Auschwitz a los 18 años. Ella sobrevivió a Auschwitz. Fue liberada en el campo de Dora-Mittelbau. Mientras se recuperaba del tifus en las antiguas barracas abandonadas de los SS, encontró el álbum en el cajón de una mesilla de noche. Primero reconoció a su rabino, luego a sus vecinos, hermanos menores, Israel y Zelig.
El Álbum de Auschwitz muestra la llegada de los trenes, el proceso de selección y el lugar donde iban destinadas las pertenencias de los asesinados. Muestra también a las familias –mujeres, niños, ancianos– sentadas en la hierba, bajo el sol primaveral. Ellos no conocían el destino que les esperaba; nosotros sí sabemos lo que les iba a ocurrir en minutos o en horas: su destino eran las cámaras de gas.
El dato
Muestra. “Shoá-El holocausto. ¿Cómo fue humanamente posible?”. Se inaugura hoy, en LUM (Calle San Martin 151, Miraflores). Ingreso libre.