Lluvias amenazan activar quebradas de Chosica y desbordar el río Rímac
Peligro. Las 16 quebradas del distrito se encuentran bajo vigilancia. Corrales, Nicolás de Piérola, Quirio y San Antonio de Pedregal son las que presentan mayor riego. En caso de activarse a causa de las precipitaciones, al menos 30 mil personas se verían afectadas. Asimismo, se puede paralizar el tránsito al menos una semana en la Carretera Central. Solo hay mallas de protección en 9 quebradas.
El huaico ocurrido en Santa Eulalia el último domingo ha despertado la preocupación y el miedo en miles de vecinos de Lurigancho-Chosica, uno de los distritos limeños donde las lluvias intensas suelen generar deslizamientos, destrucción y angustias.
“El huaico viene otra vez y las piedras caen encima de nosotros”, dice Justina Chávez, quien vive desde los años 60 en la zona de Pedregal, donde existen varias viviendas que se encuentran al borde del río Rímac.
Ella fue una de las damnificadas que dejó el fenómeno de El Niño costero en el 2017, el cual cobró 17 vidas y dejó a 16 mil personas damnificadas.
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Recuerda haber llorado tras la pérdida de varios ambientes de su vivienda que con tanto sacrificio le costó construir. “Estamos preocupados, como todos los años. Seguirá lloviendo y podría haber grandes huaicos. Qué sufrimiento hemos pasado con mis hijos, casi hemos muerto”, cuenta con los ojos sollozos.
Este panorama se replica en todo el distrito de Chosica, donde hay 16 quebradas que actualmente se encuentran en vigilancia ante una posible activación a causa de las lluvias. Entre las quebradas más peligrosas están las de Corrales, Nicolás de Piérola, Quirio, San Antonio de Pedregal y Carosio.
Según el subgerente de Defensa Civil de la municipalidad de Lurigancho-Chosica, Hever Mauricio, en caso de activarse las quebradas y se produzca un huaico, al menos 30 mil personas se verían afectadas y más de 900 serían perjudicadas. Asimismo, indica que podría paralizarse el tránsito al menos una semana en la Carretera Central.
Otra zona en riesgo es Quirio. A pesar de que en febrero del 2018 el Ministerio de Vivienda declaró esta quebrada como zona de riesgo no mitigable, algunos lugareños han construido sus viviendas ahí.
Según señala Martina Huamán, otra vecina de la zona, han pasado muchos años desde la última vez que vieron cambios en la construcción de la barrera de contención. “Tiene más de 30 años, es viejo. Cuando yo vine a vivir aquí, el muro ya estaba construido”, asegura.
Abandono de autoridades
“Las gestiones anteriores no han hecho nada, ni siquiera la limpieza de los muros de contención que tenemos”, denuncia Sara Paredes, dirigente de la cuarta zona de Nicolás de Piérola, el sector más afectado.
“Es como si hubiera quedado sepultada la preocupación de las autoridades. Lamentablemente, cuando sucede algo grave, recién nos preocupamos todos”, agrega.
Protección. Mallas funcionaron bien en los últimos años, pero solo se han colocado nueve. Foto: difusión
Y es que a pesar de experimentar por años las consecuencias de los fenómenos naturales, no se ha aprendido nada, pues “el abandono de las autoridades se refleja en la falta de obras preventivas, como la instalación de mallas”, señala Huamán.
Esta estructura de cinco metros de alto está instalada en solo nueve quebradas, situación que preocupa a los demás vecinos.
De acuerdo con el alcalde de Lurigancho-Chosica, Oswaldo Vargas, la gestión anterior no contempló los trabajos de descolmatación en las quebradas. Asimismo, señala que 14 diques se encuentran en mal estado, lo que representa un alto riesgo ante la eventual caída de huaicos en el distrito.
Por su parte, el ingeniero José Huamán, vocero de la Autoridad Nacional del Agua (ANA), señala que la colocación de mallas geodinámicas es la única obra grande, desde el 2016, que se ha ejecutado a nivel nacional para prevenir daños por los huaicos.
Sostiene que anteriormente, a fines de año, realizaron una evaluación de las mallas dinámicas instaladas.
Esta situación fue respaldada por el geólogo Pablo Valderrama, quien señala que esta situación es preocupante, ya que no nos encontramos preparados para desastres tan grandes.
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Valverde explica que si bien no se puede luchar contra los fenómenos naturales, sí se pueden reducir los efectos en la población con obras efectivas.
Aviso. El último domingo hubo un huaico en Santa Eulalia. Foto: Antonio Melgarejo/La República
Crece caudal del Rímac
En tanto, el río Rímac tuvo su nivel más alto, con 76 m3/s, el último domingo, lo que puso en riesgo al puente provisional de la zona de Huampaní.
Ante ello, el subgerente de Defensa Civil de la municipalidad de Lurigancho-Chosica asegura que ya han coordinado con el Ejército para ejecutar la limpieza y realizar otras obras que evitarían desbordes a la altura de Carapongo.
Alertó que dicho evento afectaría a 20.000 personas que ocupan unas cinco mil viviendas en esa zona, sobre todo en la zona de Huampaní, la cual quedaría incomunicada.
Balance desolador
Desde enero, nuestro país enfrenta un periodo de lluvias intensas y con ello la ocurrencia de algunos huaicos. Producto de estos eventos, 44 personas han fallecido y miles de viviendas resultaron dañadas.
El Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci) reportó además unos 6.000 damnificados y 21 personas afectadas. También se informó que hay ocho desaparecidos, 318 casas destruidas, 1.902 viviendas que han quedado inhabitables y más de 9.200 afectadas.
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54 distritos en riesgo muy alto en Lima
Un total de 54 distritos de siete provincias de la región Lima se encuentran en riesgo muy alto ante deslizamientos, huaicos u otro tipo de movimientos de masas.
Estos son Cajatambo, Canta, Huaral, Huaura, Oyón, Yauyos y Huarochirí, según Cenepred.
A nivel nacional, el número total es de 298 distritos de la costa norte y sierra. Cusco es la región que presenta la mayor cantidad de distritos (25) en riesgo muy alto, seguido de Cajamarca (21) y Ayacucho (19).
