Los ciudadanos de Arequipa visitaron a sus parientes fallecidos en los diferentes cementerios. Con música, rezos y limpieza de las tumbas, así se vivió el inicio de la conmemoración que ocurre el 1 de noviembre (Día de Todos los Santos) y 2 de este mes (Día de los Muertos). Tras los dos primeros años de la pandemia de COVID-19, esta fecha vuelve a rememorarse sin restricciones.
Esto se pudo apreciar en el cementerio de El Cebollar, ubicado en la parte alta del distrito de Paucarpata. En el panteón se observó a grupos de músicos, entre conjuntos de caperos y guitarristas. Ellos ejecutaban, a pedido, las melodías que solicitaban los deudos.
Uno de estos grupos fue Armonía Ichuña, una banda compuesta por seis integrantes, quienes, al precio de tres temas por 20 soles, este martes recorrieron el arenoso camposanto de El Cebollar, el cual está cercano a chancherías que impregnan su olor en el área.
Este alberga a casi 600 fallecidos, que se localizan en la nueva zona de expansión. Se calcula que el lugar tiene una proyección para 10.000 tumbas más.
Otro camposanto en el distrito es el llamado cementerio tradicional de Paucarpata, que acoge cerca de 15.000 féretros. Este panteón tiene poca vida útil, con espacio para unas 1.000 almas más en nichos. Se trata de uno antiguo con tumbas que datan incluso del año 1880.
Alrededor de estos lugares sagrados fue infaltable el comercio, ya que ofrecían desde juegos infantiles hasta comidas, bebidas y coronas. Se prevé que, para este 2 de noviembre, acuda una cantidad mayor.