Hashi creyó que tenía una familia. Pasaba sus días en los exteriores de un local en San Martín de Porres. Con su alegría se ganó el cariño de los vecinos y de un grupo de rescatistas que siempre velaron por su cuidado. Sin embargo, fue su propio dueño el que hace unas horas lo entregó a una persona a quien dice conocer, pero no tiene ningún dato de él: no sabe su apellido, ni su teléfono, ni dirección.
Según el dueño, Hashi estaba ladrando mucho últimamente y asustaba a los vecinos, por lo que prefirió entregarlo a un conocido que vive en Jicamarca, San Juan de Lurigancho. No obstante, hasta el momento no ha dicho dónde se encuentra el perrito, por lo que el grupo de rescatistas que siempre veló por su cuidado se encuentra en busca del paradero del can. El animalito puede estar perdido. No se descarta el abandono.
Hashi (también responde al nombre de Gringo) tiene aproximadamente un año. Es un perrito muy alegre, cariñoso, de tamaño grande y delgado. Es de color mostaza y tiene el hocico con manchas negras. Si bien el dueño aduce que está en Jicamarca, San Juan de Lurigancho, la mascota puede estar en cualquier distrito de Lima o provincias.
También tiene una leve cojera en la pata derecha, aunque casi imperceptible, producto de un atropello que sufrió hace unos seis meses. Fue por ese accidente que el grupo de rescatistas de la zona se hizo cargo de él, ya que su dueño no asumió todo el largo tratamiento.
Si alguna persona reconoce a Hashi, puede comunicarse al 986007081. El grupo de rescatistas ha acordado brindar una buena recompensa.