Arequipa: Edilberto Salazar y las denuncias de acoso sexual
Expediente. Hace quince años el ahora candidato de Victoria Nacional por Arequipa ocupó la gerencia de EsSalud- Tacna. La comisión de la Mujer del Congreso investigó cuatro casos de hostigamiento sexual contra él y determinó que había evidencias de dichas inconductas. Para Salazar estos hechos son intrigas políticas de sus adversarios.
Juan Carlos Soto, Elmer Mamani y Liz Ferrer
Edilberto Salazar Zender es un funcionario de confianza de EsSalud que, en los últimos quince años, ocupó las gerencias de Tacna, Cusco y Arequipa.
En esta campaña electoral, Salazar ha decidido postular como representante de Arequipa por Victoria Nacional, el partido de George Forsyth, al Congreso de la República, la misma institución que, mediante la comisión de la Mujer, en el periodo legislativo (2006-2011), lo investigó. Incluso planteó el retiro de la institución ante denuncias de hostigamiento sexual que formularon trabajadoras de EsSalud-Tacna.
En el informe del grupo parlamentario presidido por la entonces congresista Rosa María Venegas Mello, se mencionan cuatro casos de trabajadoras acosadas por Salazar mientras ocupaba el cargo de gerente de EsSalud Tacna. Tres de ellas ratificaron esos hechos como ciertos.
Sin embargo, no han profundizado en ellos por temor a las represalias. Este reportaje está construido fundamentalmente en la papelería oficial que produjo el caso en esos años.
Testimonio 1
“Yo ya lo perdoné y que Dios se encargue. Desde que ese señor se cruzó en mi vida tuve muchos problemas, fui objeto de burla, nunca pude desarrollarme profesionalmente”, revela una de ellas y cuya identidad este medio se reserva de propalar para evitar represalias contra ella. No dijo más.
El caso de “Myriam” - así identificaremos a la denunciante- fue público en los medios de comunicación. Los hechos se remontan a diciembre de 2006 cuando, según su versión dada a la comisión del Congreso, se dieron los hostigamientos. Al mes siguiente, enero del 2007, “Myriam” presentó una queja de acoso sexual contra dicho funcionario porque la “hacía llamar en forma recurrente a su despacho para que se presente sola”, pese a no ser su jefe directo.
EsSalud desestimó iniciar un proceso administrativo el 6 de marzo del 2007 contra su funcionario. Diecisiete días después Salazar despedía a la trabajadora denunciante por “falsa queja” e incumplir disposiciones laborales.
La comisión de la Mujer del Congreso empezó la investigación por este caso casi dos años después. Mientras se desarrollaba este proceso, el presidente ejecutivo de EsSalud, Fernando Barrios dio por concluida la labor de Salazar en EsSalud Tacna con la resolución N°224-PE-EsSalud-2009. Lo enviaron a la dirección del hospital Samuel Pastor de Camaná (Arequipa).
La exparlamentaria Venegas Mello envió el oficio 089 al mismo Fernando Barrios en mayo de 2009. En el documento se indica que la denuncia de la trabajadora no fue resuelta de acuerdo a la Ley 27942 sobre prevención y sanción al hostigamiento. “Hay evidencias de que el despido fue un acto de represalia”, indica una parte del escrito. Una semana y media después EsSalud Tacna dejó sin efecto la sanción de despido y reincorpora a la trabajadora. El informe final de la comisión, emitido en julio del 2009, da cuenta de otras tres acusaciones de mujeres por similares hechos.
Salazar responde que es inocente y que de estos tres casos ninguna llegó a presentar denuncia formal (ver entrevista). Ese mismo año también culminó la demanda de difamación y calumnia que inició el hoy candidato de Victoria Nacional contra “Myriam” y con un pedido de indemnización de 300 mil dólares. El galeno obtuvo un fallo favorable y la emisión de reglas de conducta que debía cumplir la sentenciada.
La República verificó que en primera instancia sí fue favorable para Salazar y se declaró culpable a la trabajadora en el extremo de difamación.
Sin embargo, en las dos siguientes instancias, la querellada revirtió la resolución, quedando finalmente nula en 2010. Tras ello, “Myriam” contra demandó al actual candidato pidiendo una indemnización de 200 mil soles por daños y perjuicios, pero su proceso fue desestimado en el 2016. El expediente es público, está numerado como 00797-2011-0-2301-JR-CI-02.
Testimonio 2
Este medio también accedió a una carta presentada al presidente de EsSalud que da cuenta sobre las presuntas inconductas de Salazar contra una médico. Este testimonio fue ratificado en Lima ante los integrantes de la comisión de la Mujer. Revela dos hostigamientos.
La denunciante ingresó a trabajar a EsSalud- Tacna como contratada. Cuando estaba a punto de extinguir su vínculo, le sugirieron que conversara con el entonces gerente. Salazar pidió a la denunciante que se apersone a su oficina a las seis o siete de la noche.
En esa reunión, la profesional solicitó apoyo para un concurso futuro y él dijo que la apoyaría pero se acercó e intentó forzarla. Esos hechos ocurrieron en abril de 2008. Una situación similar se repitió cuando acudió a su despacho meses después. Ella le increpó su conducta y con el forcejeo logró soltarse. “Tomé valor y le dije que necesitaba el trabajo pero que no confunda las cosas”, dijo la denunciante en su escrito.
Pese a esto, volvió a presentarse al concurso por una plaza de médico, la descalificaron. En noviembre de 2008 se lanzó una nueva convocatoria y la contrataron. Trabajó en EsSalud-Tacna hasta marzo de 2009 pero ya le habían advertido que Salazar no la quería en la institución. Luego recibió en su domicilio la notificación del fin del vínculo laboral.
“Fue muy duro para mí. Cambiaron muchas cosas. Tomé decisiones fuertes. Tuve que abandonar mi ciudad para buscar otros horizontes”, relató brevemente después de casi doce años de haber ocurrido este penoso incidente.
Testimonios 3 y 4
“Myriam” presentó ante el Congreso documentos de dos trabajadoras más con los mismos cargos. Una de ellas le relató que en el 2006 Salazar había tenido un comportamiento inadecuado.
Cuando ese grupo de trabajo la convocó para que diera su manifestación ella se ratificó. Sobre la otra denunciante ella sí retiró la denuncia. De eso aprovechó Salazar para sostener que ambas se retractaron .
En el oficio de Rosa María Venegas a Barrios, le indica que el citado funcionario las estuvo presionando para que ya no lo denuncien. Y que además, dice el oficio, intentó sorprender a la comisión con una declaración falsa, que dos sus denunciantes habían retirado los cargos cuando solo una procedió de esa manera.
