Una madre y sus 6 hijos afrontan un duro momento. El padre los abandonó, no tienen recursos económicos y no cuentan con una vivienda de material noble donde dormir y protegerse del intenso frío que azota Puno. Apenas una carpa con techo de plástico y calaminas los guarece en las noches.
Melina Quispecondocri llegó hace semanas al distrito de Macusani, desde la ciudad de Juliaca en la provincia de San Román, Puno. Con los pocos recursos que tenía logró instalar una carpa al costado de la Vía de Evitamiento, en el Barrio Santa Sabina.
Ahí vivía con sus hijos, sobreviviendo a las justas con la ayuda de algunos vecinos, quienes donaron víveres y prendas de abrigo. Dada su precaria situación, ninguno de los pequeños pudo llevar el programa de Aprendo en Casa, ni continuar con sus estudios.
Conmovidos por el caso, los vecinos se comprometieron a construirle una vivienda con adobe y otros materiales donados por el municipio distrital de Macusani y el párroco de la ciudad Rafael Vargas.
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En tanto, la familia permanece albergada en un ambiente del Campo ferial de Macusani. Trascendió que la madre continúa solicitando apoyo de la población y las instituciones pues necesita recursos para pagar los alimentos de sus pequeños hijos y los aparatos para que ellos puedan educarse de manera remota.