Más de 2 millones de mujeres pertenecientes a los 55 pueblos indígenas del Perú (8% de la población nacional) ven restringidos sus derechos a acceder a servicios de salud y educación, y gran parte de ellas son víctimas de violencia de género, advirtió la Defensoría del Pueblo en el Día Internacional de los Pueblos Indígenas.
La entidad recordó que solo el 24% de las comunidades nativas de la Amazonía y el 40% de las comunidades campesinas tienen una institución educativa del nivel secundaria, según los Censos Nacionales del 2017.
Ello dificulta la permanencia y culminación de los estudios de niñas y adolescentes indígenas, quienes en un 20% están atrasadas en la realización de su educación básica y el 59% de ellas no llegan a concluirlos.
En cuanto al derecho a la salud, 6 de cada 10 comunidades nativas y 1 de cada 2 comunidades campesinas no cuentan con un establecimiento de salud, lo que entorpece el acceso a los servicios de salud y las medidas del Estado para la prevención del embarazo adolescente.
En el 2018, el 37% de adolescentes indígenas amazónicas estuvo alguna vez embarazadas, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar.
En cuanto a la violencia de género, el 74,7% de mujeres quechuahablantes ha sufrido violencia ejercida por su esposo o compañero, en comparación con el 61,3% de mujeres castellanohablantes. En particular, las niñas y adolescentes indígenas son más vulnerables a la violencia sexual. El Ministerio Público registró 370 casos de violencia sexual contra menores en 2018.
La Defensoría del Pueblo indicó que es urgente que el Estado adopte medidas para implementar políticas públicas que garanticen el ejercicio de los derechos de las mujeres indígenas.