Ella vela por su hijo que sufre de parálisis cerebral

Amor de madre. Su hijo necesita una operación. Verónica realiza polladas y eventos benéficos para solventar los gastos.,Para Verónica Alania Cañie, el mejor regalo por el Día de la Madre es que pueda llevar a su hijo "Danielito" a su próximo control médico en Lima. Es difícil hacerlo por los pocos recursos que tienen. Su vástago fue diagnosticado con parálisis cerebral desde que era un niño. Ahora está cerca a cumplir los 18 años. PUEDES VER La vida de las madres del penal de mujeres de Chorrillos [VIDEO] Daniel Calizaya Alania era un niño sano hasta que cumplió un año y tres meses de edad, cuando presentó fiebre después de ser vacunado. Allí comenzó la lucha de su madre por su salud. Danielito, como lo llama Verónica, empezó a tener espasmos que no le permitían desarrollarse ni aprender a caminar. Tras años de tratamiento, empezó a mejorar, sin embargo, a los cuatro años tuvo una gran recaída. "Un médico le recetó haloperidol, es un fármaco que le desató hasta 30 convulsiones diarias. Yo dije, ‘Señor, si te vas a llevar a mi hijo, hazlo, no permitas que sufra más, pero si le vas a dar vida, dame esperanza de poder verlo mejorar”, recuerda Verónica. En la actualidad ella se dedica por completo a su hijo, mientras que su esposo trabaja como taxista para poder mantenerlos. El dinero no es suficiente para que ella y su hijo puedan viajar con regularidad a las terapias que recibe Danielito en la clínica San Juan de Dios, así que realiza polladas, rifas y cualquier actividad honesta en la que pueda recaudar dinero. La incansable labor de Verónica dio frutos en el 2010, cuando Danielito volvió a caminar tras intensas terapias. Sin embargo, una nueva sombra empaña la alegría de Verónica: su hijo podría padecer de artrosis juvenil, enfermedad que a futuro podría condenarlo a estar de forma permanente en una silla de ruedas. Los médicos le dijeron a la madre que Danielito podría necesitar una intervención quirúrgica en las rodillas para evitar su deformación. Ella pide a quienes desean ayudarla, llamar al celular 952692054. "Si hay madres que tengan mi situación, también llámenme para contarles mi experiencia, para apoyarnos. No hay que tener vergüenza de nuestros hijos. Sí, es un trabajo duro, pero cuando ríen es una alegría inmensa. Mi vida ha cambiado desde que soy madre. Ha sido doloroso también, pero mi Danielito es mi bendición", concluye.