Más alla del escenario del crimen. Peritos trabajan duro para identificar a víctimas, armas empleadas, posibles autores y ayudar a resolver crímenes. En sus laboratorios, empleando la tecnología, encuentran indicios y pruebas que sirven en los juicios.,La tarde del domingo 7 de enero, una pareja halló sobre el arenal de la Variante de Pasamayo, cerca del distrito limeño de Ancón, una maleta en cuyo interior estaban los restos de una mujer. Se pensó que debido al avanzado estado de descomposición de la víctima no podría ser identificada. Debía recurrirse a la tecnología, y así lo hizo la Policía. Lo primero era recuperar las huellas dactilares de la desconocida en los laboratorios. Era el primer paso para evitar que el caso termine en los archivos sin resolver. PUEDES VER Arequipa: Taxista niega asesinato de su pareja pese a las evidencias Durante cuatro días, peritos del Laboratorio de Criminalística y de la División de Identificación de Personas de la Policía trabajaron arduamente en la regeneración de las crestas papilares de los dedos para su posterior homologación con la base de datos del Reniec. “Se hizo un tratamiento con sustancias rehabilitadoras en tres dedos de la mano hasta que aparecieron las huellas y se pudo saber quién era”, cuenta María Peña, médico patóloga de la Policía. Se trataba de Vilma Cruz Pinedo (25), una joven huanuqueña reportada como desaparecida desde el 11 de octubre de 2017. Una vez identificada la víctima, agentes de la División de Homicidios de la Dirincri llegaron hasta su asesino, Franklin Cotrina Tirado. Pero la identificación de personas a través de la Dactiloscopía, o estudio de las impresiones dactilares, no es el único método que la Policía tiene para corroborar la identidad de una persona. “Es la más usada por su rapidez y amplia base de datos pero también tiene sus limitaciones”, explica Virgilio Landa, perito del Departamento de Identificación Biométrica con más de 40 años de experiencia. Pruebas científicas Para casos más complejos la PNP utiliza una prueba de odontograma o la homologación de ADN. Basta un cabello o una muestra de saliva. Así se supo, por ejemplo, que Amador Quispe Cisneros (32) ultrajó y luego estranguló a una niña de 8 años en diciembre de 2016 en Huancayo. “Se tomó una muestra de la saliva que el sujeto dejó caer al suelo cuando era vigilado por la Policía y se la comparó con el ADN hallado en el cuerpo de la víctima: el resultado fue positivo. Con esa prueba se pidió a la Fiscalía su detención”, relata la coronel PNP Úrsula Zubiate, bióloga forense con 25 años de servicio. Como ella, más de un centenar de profesionales en medicina, química, psicología, ingeniería, antropología, entre otras ciencias, son asimilados a la Policía e incorporados al sistema criminalístico para encontrar pruebas científicas que permitan a los investigadores resolver los delitos en el menor tiempo posible. Basta un hueso o incluso una parte de la mandíbula para que la persona sea identificada por el analizador de material genético que hay en la Dirección de Laboratorio de Criminalística. En el caso de Vilma Cruz, los peritos sacaron placas del cráneo y con máquinas de Rayos X compararon el odontograma logrado del cadáver con el proporcionado por la familia de la víctima. En ambas muestras se detectó la extracción de dientes en el maxilar superior. El google criminal Desde 2013, el Sistema de Identificación Dactilar (AFIS, por sus siglas en inglés), ha permitido a la Policía reducir el tiempo de identificación de los criminales en su base de datos. Pero además, le ha proporcionado herramientas para detectar cuando estos vuelven a delinquir en Lima o en provincias. “Por ejemplo, un delincuente participa en el robo a una casa en 2015 y luego en 2018 cae durante el asalto a un banco. Al insertar sus huellas en el AFIS, este las reconoce automáticamente y relaciona a ambas personas en los delitos, facilitando el trabajo policial”, precisa el comandante PNP Alejandro Parihuana, jefe de la División de Identificación Criminal que este mes cumple 103 años de creación. Falsean identidades La identificación de personas no solo sirve para conocer a las víctimas, también se utiliza contra los criminales. “Es común que delincuentes entreguen falsas identidades. Hay algunos muy hábiles que escogen a personas muy parecidas a ellos, se aprenden su DNI y hasta el nombre de sus padres. Ante la justicia aparecen en el sistema como si fuesen otra persona, sin delitos”, alerta el mayor PNP Walter Altamirano, jefe del Departamento de Identificación Biométrica. “Por ejemplo, Roberto Figueroa García era el falso nombre que usaba Eusebio Figueroa García, a quien la Policía buscaba por el delito de robo agravado”, señala. En Criminalística los peritos nunca duermen. Saben que el crimen tampoco lo hace. Claves Más de 250 profesionales en ciencias médicas, sociales e ingeniería, se han asimilado a la Policía para trabajar al lado de los detectives, aportando pruebas e indicios incriminatorios para resolver crímenes. Los resultados del Laboratorio de Criminalística tienen valor probatorio en un juicio. Lo más solicitado: pruebas de balística y de identificación Durante 2017, la División de Laboratorio Criminalístico de la Policía realizó 107 mil dictámenes periciales. "Las pruebas más solicitadas son las de balística", precisa el coronel PNP Jerry Delgado, titular de esta división. Un minucioso estudio dactiloscópico a través del microscopio y las computadoras permite a los peritos identificar los 14 puntos característicos de cada dedo de la mano y compararlos al 100% con las huellas dactilares obtenidas de la base de datos del Reniec. "Toda persona que pisa una cárcel tiene su archivo reservado en este lugar, el cual puede servir más adelante en la resolución de un caso criminal, como un robo o un homicidio, mediante sus huellas o identificación física", refiere el Comandante PNP Alejandro Parihuana.