Experto te da la explicación sobre esta situación., Cuando finalizas una relación amorosa por el motivo que sea muchas veces cuesta olvidar a esa persona que en algún momento fue parte de tu vida, pero te has puesto a pensar que pese a los esfuerzos que haces no logras olvidarlo. Experto te dan la explicación sobre esta situación. PUEDES VER: Sabes cómo afecta a nuestro sistema la falta de sexo La memoria emocional alberga las razones conscientes y no conscientes que intervienen, por ejemplo, en el miedo que produce ratón, la mayor o menor felicidad que una persona siente cuando viaja en avión y la mayoría de las fobias. Entonces esta memoria es la que siempre ronda nuestras decisiones. Aunque no lo sepamos de modo consciente, ella está presente en la elección de una prenda de vestir, de un perfume o hasta de una carrera. En este sistema se crean los marcadores somáticos. ¿Qué son? Experiencias emocionales que el cerebro asocia a sensaciones corporales que hemos sentido. Por ejemplo: sabemos que tenemos miedo a un perro porque nuestro cuerpo empieza a temblar. Felizmente, las neurociencias modernas avanzan para comprender estos mecanismos y hallar una solución para quienes tienen vidas tormentosas al no poder superar determinados traumas. En cuanto el amor crean neurocircuitos muy resistentes. Por ejemplo a cuántos no les ha hecho difícil finalizar con una pareja, novio o matrimonio y, pese a estar totalmente convencidos de que estamos haciendo lo correcto, no logramos olvidarnos de esa persona o acciones que esa persona hacía. Y es que tu terminas la relación, pero el cerebro no lo hace tan velozmente como realmente se quiere. El neurobiólogo Antoine Bechara, utiliza la expresión “conflicto cerebral” para explicar por qué, aun cuando un hombre o una mujer formen una nueva pareja. “Su cerebro continuará enviando información sobre la expareja, siempre y cuando se haya tratado de un amor profundo”, sostiene. Un aroma, un sabor, una canción, un lugar o cualquier otro estímulo relacionado con la expareja, inmediatamente los marcadores somáticos se activan, generando en el presente emociones vívidas que se experimentaron en el pasado. Eso produce los típicos momentos de angustia que se desencadenan repentinamente, incluso cuando ha pasado mucho tiempo desde la separación. (Clarín)