Todas las personas orinamos, es un proceso fisiológico natural; el sexo también es natural. Pero, ¿tener ganas de orinar durante las relaciones sexuales también lo es?
Además de ello, hay parejas que sienten placer al realizar la técnica sexual ‘golden shower’ o ‘lluvia dorada’; así como personas con vulva que —además de tener orgasmos— experimentan un ‘squirt’ o ‘squirting’. ¿Qué tiene que ver todo ello con la orina?
Para resolver estas y otras duda frecuentes, La República contactó a dos especialistas en sexología: Eirelyn Gómez y Gary Rivera.
Al tratarse de una necesidad fisiológica, hombres y mujeres lo experimentan de forma particular. En el caso de mujeres o personas con vulva, recurrentemente surge la sensación de orinar durante el coito debido a la gran presión que recibe el suelo pélvico. Por eso, muchas veces lo confunden con su propio flujo o su eyaculación femenina, pero no es así.
La sexóloga Gómez señala que generalmente sucede por:
Tener ganas de orinar durante el acto sexual es muy común. Foto: Radek Pestka Unsplash
En caso de hombres o de personas con pene, las ganas de orinar suelen presentarse después de eyacular, según indican ambos especialistas.
Debido a la alta sensibilidad por la sobreexcitación recibida durante el coito y la eyaculación, se produce una irritación en la punta de la uretra, haciendo que aumenten las ganas de orinar.
Cabe recordar que la eyaculación y la micción se realizan por el mismo orificio del pene. Los conductos de los sistemas que producen ambos fluidos están muy ligados.
Las personas expulsan orina durante las relaciones sexuales de manera natural. Gómez aclara que si otra persona se orina un poco durante las relaciones sexuales no hay mayores consecuencias.
Rivera, por su parte, señala que la falta de control voluntario de la orina durante el sexo muchas veces genera vergüenza e inseguridad, conllevando un impacto negativo en el plano emocional y de la relación de pareja.
“Por eso, es importante entender que puede suceder y que no es malo. Simplemente después se asean y cambian las sábanas. A veces todavía estamos muy temerosos del qué dirán, el qué pensarán, que es algo cochino, sucio que se haga. Pero es algo normal, son fluidos del cuerpo”, aclara.
Existen también algunas prácticas sexuales que relacionan a la orina directamente con el placer. Los especialistas en sexología los detallan:
La orina también es una vía de excitación extra para algunas parejas. Foto: Shutterstock
Entre mayor comodidad, mayor placer sexual. Por ello, si te otorga mayor comodidad no tener ganas de orinar durante el coito, lo recomendable es orinar antes.
“Hay que recordar que este es un proceso natural, biológico; entonces, si la persona quiere experimentar un squirting, que tome suficiente agua y se relaje, sin importar si ocurre este fenómeno o no”, agrega Gómez.
Asimismo, orinar antes previene accidentes relacionados que pueden darse durante el acto. En ese sentido, el sexólogo Gary Rivera recomienda orinar antes y después para reducir la ocurrencia de infecciones o problemas de salud.
La sexóloga Eirelyn resalta la importancia de orinar después del acto sexual porque ayuda a expulsar aquellas bacterias que se pudieron introducir en el orificio uretral durante la penetración.
Este hábito reduce hasta un 80% de probabilidades de contraer una infección que puede poner en riesgo la salud. De hecho -agrega Gary Rivera-, se ha demostrado que no hacerlo es una de las posibles causas más comunes de las infecciones en las vías urinarias.
“De por sí, después de tener relaciones sexuales van a tener el deseo de querer orinar. Justo después del sexo es habitual que surjan estas ganas de ir al baño. Es muy importante no aguantarse, hacerlo incluso aunque las ganas no sean apremiantes; es decir, que si no hay muchas ganas, pueden tomar un poco de agua para provocar la micción, si por algún motivo no se diera”, recomienda.
Debido a que es un comportamiento fisiológico, las ganas de orinar pueden surgir con cualquier posición sexual; sin embargo, en caso de la mujer o persona con vulva, las posturas que comprometan mayor roce con el punto G podrían ocasionar más ganas de orinar, precisa Eirelyn.
El sexólogo Gary detalla que puede variar según la anatomía, la fisiología, o la actividad coital de la pareja. Las poses sexuales que generan más placer y -por ende- más ganas de orinar son las que estimulan el clítoris o el conducto vaginal, porque justamente esa parte enerva estimulación a la parte de la vejiga; también aquellas que estimulan la zona peneana, de la punta del pene.
La incontinencia urinaria puede repercutir en el deseo sexual, señala la sexóloga Gómez. Si la persona se orina constantemente o tiene muchas ganas de orinar apenas inicia el acto sexual, sentirá incomodidad y puede repercutir en el deseo. Probablemente, haya problemas en el suelo pélvico, o en otras partes, o haya infecciones urinarias. Evidentemente, esto causará ardor y molestias durante el encuentro sexual.
Gary menciona que también puede generar vergüenza e inseguridad, influyendo negativamente en el estado emocional de la persona y en la relación de pareja. Entonces, podría contenerse y evitar expresarse, de tal forma que no se permita disfrutar por temor a orinarse.
Si empieza a notarse algunas de estas complicaciones, es importante acudir al urólogo para evaluar a qué se debe y cómo tratarlo.
Es un mito. Definitivamente, orinar después del coito no evita un embarazo. Ambos especialistas coinciden en que por ningún motivo se puede considerar a esta técnica como un método anticonceptivo.
“Solamente se necesita un espermatozoide para fecundar un óvulo. Una vez que ya hay penetración —así no eyacule—, el fluido seminal que sale desde el momento en que se excita el varón ya contiene espermatozoides. Basta el roce del pene sobre la vulva. En una gotita de semen, hay mucha cantidad de espermatozoides. Ya hay un riesgo de embarazo”, apunta el sexólogo.
Eirelyn, por su parte, explica que en la vulva hay distintos orificios: el orificio uretral es un conducto diferente al de la vagina. El espermatozoide entra por el canal vaginal, que lo lleva hasta el cérvix y luego pasa al útero, entonces se da el embarazo. La orina sale por la uretra. En el caso de los hombres y personas con pene, orinar después de la eyaculación ayuda a que se vayan los restos del semen; sin embargo, aún pueden quedar.