Los conflictos en una relación pueden darse sobre situaciones graves o sobre detalles mínimos, aunque hay parejas que no pierden la oportunidad de tener sexo de reconciliación. Esta es una actividad sexual que se da luego de un conflicto ya solucionado o, en algunos casos, se usa como reemplazo de la reconciliación.
Lo que es claro es que se dice que se siente un placer muy intenso. Pero, ¿pueden realmente los problemas de pareja arreglarse en la cama? Hablamos con cuatro especialistas para responder esta y otras interrogantes.
Lo primero que se debe definir para entender el sexo de reconciliación (lo habrás escuchado también como ‘make-up sex’) es que puede ocurrir de dos maneras. La sexóloga Katherine Chávez señala que un caso se da cuando “el conflicto ha terminado y las parejas, tras la discusión, han podido solucionar el problema de forma conveniente y clara”.
En estos casos, la especialista apunta que, a raíz de ese entendimiento, se habla de sentimientos y se muestran emociones. “Esto puede llevar a que el deseo de la pareja se despierte, para llegar a la relación sexual”, acota.
Por otro lado, el segundo caso sucede cuando se da “con el fin de paliar la discusión o complacer a la pareja”. Es decir, se tiene sexo tras no haber llegado a una solución al conflicto.
El sexólogo Gary Rivera refiere: “Las personas que han experimentado el sexo de reconciliación afirman que en él se mezclan la intensidad de los sentimientos de enfado con los propios de la relación amorosa. Hay una mezcla de estos sentimientos, de amor y odio, podríamos decirle”.
El sexo posparto es un tema complejo, dada las molestias del luego embarazo. Foto: Shutterstock
A pesar de que cada pareja sea diferente y tengan sus propias particularidades por las que disfrutan del ‘sexo de reconciliación’, la sexóloga Tulia Ramírez elabora que comparten rasgos parecidos, dado que tenemos el instinto del ser humano.
“Muchas veces se da que, en la pareja, después de compartir mucho tiempo juntos y conocerse muy bien, se torna una sensación de igualdad entre ambos, concibiéndose como uno solo o parte del otro. Con parejas que están muy compenetradas, las discusiones les recuerdan a la pareja que el otro es una persona diferente y ese desconocimiento excita al otro”, explica.
Por otra parte, el sexólogo Pedro Rendón detalla un poco lo que sucede: “En una discusión, muchas veces se incrementan los niveles de adrenalina, se encienden los ánimos, se dicen cosas hirientes y pueden presentarse sentimientos encontrados. Se puede incrementar el deseo sexual y el sexo puede ser altamente placentero e intenso”.
Lo que hace que el sexo de reconciliación se sienta tan intenso parecen ser causas arraigadas en nuestra psicología y los químicos de nuestro cerebro. Pero, ¿es recomendable usar el sexo de esta manera, sobre todo cuando se intenta ignorar el conflicto?
Gary Rivera asevera que, en algunos casos, el sexo soluciona los problemas cuando no son temas serios, son cotidianos o son pequeños desacuerdos. “El encuentro causa ese cierre, de disculpa mutua, como que el sentimiento de la atracción predomina”, agrega.
“Pero hay parejas que tienen sexo de reconciliación porque una de las partes cede para calmar a la otra persona. No lo hace por un deseo de tener intimidad. Mayormente se da en las mujeres, que ceden antes sus parejas sexualmente para que se tranquilicen”, acota.
Sin embargo, la sexóloga Katherine Chávez precisa que “el sexo nunca puede tomarse como instrumento para resolver un conflicto”. “Si bien es cierto que las relaciones sexuales acercan a la pareja y pueden reparar si es que ha habido daño emocional entre los miembros, no es lo más valioso en el momento de resolver un conflicto. Puede llegar a ser solo un paliativo”, expone.
“En esos casos, la pareja no tiene la relación sexual por deseo, sino para calmar la situación. Hay que tener en consideración que, en esos casos, el deseo sexual está mermado y, por ende, no va a existir un mayor placer sexual durante las relaciones que se mantenga. Lo que incrementa el placer sexual es el buen trato, la expresiones de afecto, el cariño, manifestaciones de consideración, lo que va a lograr que los miembros de la pareja sientan mayor placer”, explica la sexóloga.
Esto implica que el sexo usado para evitar cerrar un conflicto pueda ser nocivo para la salud mental de la pareja.
La cantidad de sexo que se tiene esta influido por factores como la relación con la pareja. Foto: Canva
“Habría que tener cuidado si se utiliza el sexo de reconciliación para aliviar la tensión en la pareja porque, en ese caso, la pareja aprenderá que para resolver un conflicto tiene que existir contacto sexual y que un encuentro sexual con pasión desenfrenada requiere de una pelea violenta”, aconseja Katherine Ramírez.
Por su lado, la sexóloga Tulia Ramirez apunta que aplicar este método haría daño a largo plazo a su relación. “Esto termina en lograr que la pareja no desarrolle herramientas ni métodos de comunicativos para solucionar sus diferencias. También que la pareja relacione el conflicto con el placer llegando muchas veces a propiciar peleas a propósito para tener una relación sexual más apasionada y placentera”, agrega.
Si quieres bajar de peso, el sexo también te podría ayudar. Foto: About Time
“Sí, hay que tener cuidado de que no se vuelva la única forma de solución de problemas”, señala Gary Rivera. “Y hay que tener cuidado cuando lo hace uno por satisfacer a la pareja, si lo hace para que no siga la discusión o por complacer a la otra parte. No es muy saludable en esas situaciones. Porque podría terminar forzando a la pareja a tener intimidad y podría darse un abuso sexual”, advierte.
Por eso, el sexólogo Pedro Rendón también considera que se debe tener cuidado. “Utilizar el sexo como forma de resolver desacuerdos puede convertirse en un hábito no saludable. Los conflictos van a estar presentes siempre en una relación de pareja, saber gestionarlos es el secreto”, recomienda.
Actualizado por Emely Matos.