Dentro del sexo oral existen variaciones para realizarlo. Una de ellas es la succión, que aunque suene sencillo, no lo es. Requiere ciertos conocimientos y sobre todo conocer acerca de la anatomía del clítoris.
Es por ello que las sexólogas Norma Bejarano y Eirelyn Gómez nos comparten algunas recomendaciones sobre esta práctica.
Es un órgano que tiene como única función generar placer sexual. Aproximadamente, en su totalidad mide 8 cm. Se encuentra en la intersección superior de los labios menores y está compuesto por raíz, bulbos, y lo que se puede ver es el glande y el capuchón, que es lo que recubre.
Solo en el glande tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas. Es muy sensible a la estimulación y es por eso que debemos tratarlos con mucho cuidado.
Hay que tener en cuenta que la vulva se compone de varias partes (labios mayores y menores). Lo recomendable es estimular otras partes del cuerpo y llegar al clítoris cuando haya suficiente excitación.
“Dependiendo de qué tan sensible sea esa persona que tiene ese clítoris, porque hay personas más sensibles que otras. Lo ideal es que no se quede pegado al clítoris todo el tiempo que rodee con la lengua otras partes de la vulva y dé toquecitos al clítoris. Si la persona es tolerante a la constante estimulación, si se puede quedar concentrado ahí”, dice Eirelyn Gómez.
Asimismo, las especialistas recomendaron conocer los gustos y placeres de la persona dueña del clítoris, pues como las personas con vulva tienen distintos grados de sensibilidad, la succión del clítoris no es para todas.
Por otro lado, la doctora Norma Bejarano recordó que es importante tener en cuenta el tamaño del clítoris y los grados de excitación de este.
“El glande del clítoris actúa de distintas maneras según el momento que se encuentren la respuesta sexual. Mientras mayor excitación, se va a hacer más visible y va a ser más fácil de estimular”, comenta Bejarano.