La sexualidad es un ámbito importante en la vida de las personas y recibir una correcta educación sexual puede ser trascendental en el desarrollo futuro de un niño o niña. No obstante, muchos padres no saben en qué momento ni de qué forma abordar por primera vez estos temas con sus hijos, Por este motivo, La República contactó con dos expertas, quienes aportaron información valiosa acerca de cómo conversar con nuestros pequeños sobre este aspecto tan fundamental.
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Las 3 especialistas concuerdan que hablar de sexualidad no tiene que ver necesariamente con el sexo en primera instancia, y las dudas iniciales de los pequeños surgen desde una edad muy temprana y van desde las más básicas como “¿De dónde vienen los bebés?” o “¿Por qué algunos tienen vagina y otros pene?”.
“Es importante mencionar a los niños desde que empiezan a desarrollar su identidad sexual, es decir entre 3 a 4 años, sobre el respeto a su cuerpo y el de los demás y sobre sus funciones desde un lenguaje amigable y comprensible para ellos”, comentó la psicóloga Patricia Chávez.
“En la primera infancia hay niños que le preguntan a los papás cómo nacen y cómo han venido al mundo. Esto puede ser difícil, porque a algunos les da vergüenza o les da risa. En este momento, hay que decir la verdad, sea por parto natural, es decir, por la vagina, o por cesárea”, explica Amalita Marticorena.
Por su parte, Eirelyn Gómez considera que también es importante conversar sobre el consentimiento, debido a que nunca se sabe a qué peligros puede estar expuesto un menor: “Se comienza a hablar de sexualidad aproximadamente a los 2 años, cuando se toca el tema del consentimiento. Por ejemplo: ‘Estos son tus genitales, solo te los puede tocar tu papá o mamá para la higiene’, o enseñarle a decir que, cuando algo no le gusta o le haga sentir incómodo, diga que no”.
sexualidad con niños
A medida que van creciendo, las dudas de los pequeños van aumentando y llega el momento de platicarles de los que significa el acto sexual. En este instante, las dos expertas infieren que se debe dialogar con la verdad, sin utilizar metáforas o cuentos ficticios que confundan al menor, como la cigüeña.
“Cuando nacen las preguntas embarazosas, como de dónde salen los bebés, las respuestas deben ser verdad. El papá tiene espermatozoide, la mamá un óvulo y cuando se juntan forman un feto que va creciendo y se convierte en un bebé”, indica la doctora Eirelyn.
La sexóloga también afirma que todo debe ser gradual y equivalente a la edad de su hijo: “A un niño de 5 años no le vas a hablar de orgasmo o enfermedades de transmisión sexual, pero si sobre cómo prevenir una agresión”, añade.
A diferencia de las historias mencionadas anteriormente, Amalita Marticorena revela la existencia de relatos especializados que ayudan a los pequeños a entender la sexualidad: “Tú puedes comenzar a hablar del coito, por ejemplo, mediante cuentos especializados que hay en España para niños de 3 a 6 años, que explican cómo de la unión entre los padres, aparece el embrión, feto y cómo se va desarrollando. Se tiene que hablar mucho del amor”.
Patricia Chávez señaló que hay que tener muy en cuenta la edad y la evolución gradual del menor: “Conforme van creciendo es primordial tener en cuenta las diferencias entre sexualidad (engloba todo, pensamientos actitudes valores y creencias de su desarrollo sexual afectivo) género (es la construcción social, cultural y psicológica que impone el concepto de hombre, mujer u otras categorías) y el sexo biológico, que son las características físicas y anatómicas”.
Sexualidad en los niños
La infancia es una edad en la que se buscan muchas respuestas y, a medida que van creciendo, si no tienen la confianza adecuada con sus padres, los menores pueden usar las herramientas digitales para encontrarlas. Esto puede ser muy peligroso en el ámbito de la sexualidad.
“Los padres no deben reprimir, porque, si no, los niños van a buscar esa información en otro lado y pueden encontrar cosas que no van de acuerdo a su edad”, comenta Gómez.
Según la experiencia de la doctora Marticorena, la represión suele tener un efecto adverso, debido a que, en su búsqueda de respuestas, los niños pueden encontrar algo tan peligroso como la pornografía.
“Hay chicos que, por culpa de la tecnología, lamentablemente están despertando su sexualidad a edad temprana. En internet suelen aparecer links que te llevan a pornografía y esto crea una distorsión que genera violencia hacia la mujer, trastornos psicológicos y estereotipos”, mencionó.
sexualidad con niños
Además de la pornografía, los menores se pueden confundir a través de muchos canales, como charlas con los amigos, conversaciones con gente adulta malintencionada, etc. Sin embargo, no se debe olvidar que continúan en crecimiento y proceso de aprendizaje, por lo que, si lo encuentran diciendo, viendo o haciendo cosas inadecuadas, no se debe castigarlo, sino indagar el origen de este comportamiento.
“Antes de regañarlos, preguntarles que están viendo y porque lo están viendo. Explicarles que es ficción, no realidad, y explicarles que no tienen edad para verlo. Si lo ven tocándose, preguntarles por qué lo hacen y decirles que deben hacerlo en privado. Siempre hay que indagar, dónde escuchó tal cosa, averiguar sobre que están viendo en su entorno para tomar cartas en el asunto”, apunta Eirelyn Gómez