En el Perú, la muerte de un animal doméstico a causa de maltrato es castigada hasta con cinco años de cárcel, según la Ley de Protección y Bienestar Animal. Sin embargo, la Federación Universitaria de San Marcos (FUSM) y Refugio Sanmarquino, grupo de activismo por los derechos de los animales dentro de la casa de estudios, denunciaron que dos gatos han muerto tras ser envenenados por personal de la Decana de América, por lo que buscan justicia pues sus muertes no pueden quedar impunes.
“Es de común conocimiento la existencia de perros y gatos en la universidad que producto del abandono han encontrado un hogar en nuestro centro de estudios. (...) Denunciamos que en estos meses hay dos casos de dos gatos que han sido envenenados, pues sus cuerpos han sido encontrados sin ningún tipo de lesión externa y gozaban de buena salud”, se lee en el post de Facebook de la FUSM.
En la publicación se explica que se trata de una gatita que vivía en la Facultad de Ciencias Sociales y la otra en la Facultad de Química. Esta última, además, acababa de ser madre y dejó cuatro gatitos huérfanos.
Según los integrantes de la FUSM, los mismo trabajadores de San Marcos “nos han informado que hay un disposición política de eliminar a los animales en San Marcos. En ese sentido trabajadores de la facultad de Química nos han hecho llegar la información de que la jefa de Personal de esta facultad ha indicado que no se deba alimentar a los animales que habitan allí”.
Por su parte, el grupo de Refugio Sanmarquino aseguró que revisó bien los cuerpos de las gatitas y no presentaban ninguna mordedura ni daño externo.
Asimismo, denunciaron públicamente al jefe de la Oficina de Servicios Generales y Mantenimiento de la UNMSM de haber ordenado el envenenamiento de los animales. “Me veo en la necesidad de denunciar públicamente que personas que laboran dentro de nuestra universidad no tienen ningún tipo de respeto por la vida animal. Nos han comentado que hay órdenes de “limpiar” los espacios de la universidad, y me pregunto, ¿limpiar implica acabar con la vida de los animales sin ningún remordimiento?”
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Asimismo, hicieron un llamado a los estudiantes por si tienen información sobre estos casos y exigieron que las autoridades sanmarquinas se pronuncien sobre el tema.
“Queremos que el rector Orestes Cachay nos reciba en su oficina, nos escuche, y así plantearle la problemática de los animales en la universidad. Pues no descansaremos hasta encontrar a los asesinos”, dijo una integrante de Refugio Sanmarquino.
Lastimosamente, las gatitas envenenadas en los últimos meses no son las únicas víctimas, pues ya hay antecedentes del envenenamiento a un gatito de la Residencia Universitaria y la desaparición de otras tres que vivían en la Facultad de Odontología.
Los cuatro gatitos que quedaron huérfanos tienen un mes y medio y necesitan ser adoptados de manera urgente. Su mamá es la gatita carey que falleció en la Facultad de Química.
“Frente al esfuerzo de estudiantes que se preocupan del bienestar animal realizando campañas de esterilización, dando alimentos, abrigo y preocupandose por su salud en general, las autoridades de la universidad responden con estos actos repudiables. Esto nos permite poner en la mesa nuevamente el proceder las autoridades cuando existe un problema, pues en lugar de buscar una solución buscan taparlo o realizar medidas se arbitrarias como es el envenenamiento de animales en lugar de tener una política de bienestar animal dentro de nuestra universidad”, agregó la FUSM,