Comunidades nativas y pobladores de la ribera de la quebrada Kemariato culpan a la empresa por su falta de diligencia ante grave incidente.,Luego del derrame de gas natural ocurrido el sábado 3 de febrero, en la quebrada Kemariato, afluente del río Urubamba, en el distrito de Megantoni (Cusco), representantes de los indígenas y grupos de pobladores afectados expresaron su preocupación por la salud de quienes viven y de los que también transitan por la zona en donde ocurrió la emergencia. PUEDES VER: Cusco: reportan derrame de gas en la quebrada Kemariato La Red de Servicios de Salud La Convención (RSSC), mediante un comunicado, precisó que hasta el momento son 27 personas las que fueron atendidas: siete en el centro de Salud de la comunidad Chocoriari y 20 en Camisea. El cuadro clínico de ellas fue irritación en los ojos, ardor en la nariz y faringe, dolor de cabeza, náuseas y vómitos por inhalación tóxica. Horas después, la RSSC informó que los pacientes fueron dados de alta al no presentar mayor gravedad en su diagnóstico. Sin embargo, la institución médica emitió una alerta epidemiológica para que los establecimientos de salud de la zona estén atentos ante algún caso similar. También, los especialistas del RSSC recomendaron a la población acudir a la emergencia hospitalaria más cercana para su tratamiento respectivo y someterse a las pruebas necesarias en caso de que hayan estado expuestos a los agentes contaminantes. Efectos del derrame La comunidad nativa de Miaria se pronunció por intermedio de su presidente, Álvaro Dávila Urquía. Él solicita al Gobierno central que mediante los órganos competentes sancione a la empresa Transportadora de Gas del Perú (TGP) y que, además, asuma económicamente el daño que ha provocado en el Bajo Urubamba, tanto a la población como al medio ambiente, pues muchas personas han consumido el agua del río y los peces en donde ocurrió el derrame. Dávila Urquía también hizo saber la indignación de su comunidad, por cuanto en ningún momento algún representante de TGP alertó a los jefes de las comunidades acerca del derrame del derivado de petróleo. “¿Cómo es posible? De este desastre nos hemos enterado un día después de lo ocurrido a través de los medios de comunicación”, remarcó el dirigente nativo. Joaquín Cárdenas, residente del asentamiento humano Túpac Amaru, lugar cercano de donde ocurrió el desborde de gas, pidió a la petrolera TGP que se encargue de la atención médica de la población para descartar cualquier mal, y también de resarcir el daño ocasionado en sus parcelas. (Textos enviados por Janet Lobo, reportera de Radio Quillabamba y fotos de Gabriel Urquia Sebastian al WhatsApp de La República 941 000 000).