La presidenta Dina Boluarte, según fuentes de La República en el Ejecutivo, le había encargado al ministro de Justicia, José Tello, que su cartera elabore un proyecto de ley para adelantar las elecciones para este año. Esto, según las mismas fuentes, era una estrategia que apuntaba a disminuir la tensión social y dejar la solución en manos del Congreso.
El martes 24, por la noche, las mismas fuentes aseguraron que la mandataria había recibido el proyecto del Minjus y se encontraba conforme. Solo faltaba la luz verde del Consejo de Ministros.
Ayer en la mañana, el Consejo de Ministros, según fuentes de este diario, abordó el tema. Por la tarde, el primer ministro Alberto Otárola se reunió con el titular del Congreso, José Williams, pero no hubo humo blanco: no acordaron impulsar un nuevo dictamen.
Hay dos versiones que explican por qué el planteamiento del Minjus no prosperó: el Consejo de Ministros no la avaló y el premier acudió al Palacio Legislativo con el texto, pero evitó ser insistente.
Otárola lo evidenció a su salida, cuando declaró, junto a sus ministros y Williams. "Nos vamos satisfechos con el cronograma que se ha establecido. Ahora sí recoge el alto sentido de urgencia que reclama la situación del país", refirió.
Esto refleja que respalda que el adelanto de elecciones sea en abril del 2024, pues esta es la única iniciativa que cuenta con dictamen y con un cronograma aprobado el mes pasado.
Otárola y Williams están de acuerdo, pese a la crisis política que vive el país, en mantener un calendario con primera vuelta dentro de un año, de acuerdo a fuentes con conocimiento de esta reunión.
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Existe un juego en pared entre el Gobierno de Dina Boluarte y las bancadas que antes impulsaron la vacancia del expresidente Pedro Castillo. Todas las fuentes y congresistas abordados por este diario lo confirman. En esa alianza prevalece la consigna de quedarse hasta el próximo año. Quien mueve los hilos por parte del Ejecutivo es el premier Otárola, sostuvieron.
Sin embargo, la situación de emergencia que atraviesa el país ha provocado que pierdan respaldo de otras fuerzas políticas que, en principio, los apoyaron.
El líder de Alianza Para el Progreso (APP), César Acuña, invocó a los congresistas a que aceleren un proceso electoral para este año. Días anteriores, en similar línea, se habían pronunciado Somos Perú, el Partido Morado y los parlamentarios de Podemos Perú.
Incluso, el excandidato presidencial de Avanza País, Hernando De Soto, pidió que "las elecciones deben realizarse lo antes posible". Pero en su bancada hacen oídos sordos al pronunciamiento de De Soto y defienden al gobierno de Dina Boluarte.
Por su parte, las bancadas de Cambio Democrático y Perú Libre presentaron dos iniciativas de reforma constitucional para que la primera vuelta electoral sea en octubre de este año.
Pero no son los únicos. Al cierre de esta nota, el gobernador de Arequipa y presidente de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, Rohel Sánchez, también dejó en mesa de partes del Congreso una iniciativa de ley en la misma sintonía.
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El politólogo Fernando Tuesta presentó una propuesta de cronograma electoral, en caso las elecciones fueran en octubre de este año (ver infografía). "Permite tener una primera vuelta el 15 de octubre, una segunda vuelta el 26 de noviembre y, el cambio de mando, antes de Navidad", puntualizó.
Para Iván Lanegra, existe la capacidad de las instituciones electorales, pero lo que falta es voluntad política de parte de nuestras autoridades.
Incluso, en caso de renunciar Boluarte —aunque ella ha negado hacerlo— también es posible que las elecciones sean este año, según el abogado en temas electorales Jorge Jáuregui. "De acuerdo a la Ley Orgánica de Elecciones, el periodo de tiempo entre la convocatoria y la jornada electoral debe ser de 270 días, nueve meses, con lo que la jornada electoral sería en octubre", precisó.
El sentido de prontitud amerita, además, que la actual legislatura culmine el 31 de enero. Hasta esa fecha, el Pleno del Congreso podría aprobar con 87 votos, en primera votación, la reforma de nuevas elecciones en octubre, y ratificarlas en una próxima legislatura que comience el 1 de febrero.
Sin embargo, Fuerza Popular, Avanza País y Renovación Popular están enfrascados en aprobar primero sus contarreformas y para eso necesitan tiempo. Por eso, el martes, la Comisión de Constitución, que preside el fujimorista "Nano" Guerra, aprobó que la legislatura actual termine el 14 de febrero y la siguiente el 15. Avanzan a paso lento en medio del caos.
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Distintas bancadas de izquierda presentaron ayer una moción de vacancia presidencial contra Dina Boluarte por las muertes durante las protestas de estos dos últimos meses.
El Pleno del Congreso deberá dar cuenta hoy esta moción para que su admisión sea debatida y votada en la próxima sesión.
Está previsto también que en el Pleno se vote el fin de esta legislatura y el inicio de la siguiente. Fuerza Popular propone dilatar los tiempos hasta febrero.
Fernando Tuesta, politólogo
“El Congreso debe aceptar que el país no da para más y necesita, lo más pronto posible, una fecha cierta de elecciones y cambio de mando. Es una salida constitucional y política con un mensaje potente”.
Iván Lanegra, Transparencia
“Es posible hacer elecciones este año. Desde el punto de vista material, hay la capacidad logística y de organización. El problema no es material, sino político, porque hay que cambiar algunas disposiciones”.
Hernando De Soto, excandidato presidencial
“Considero que, a la luz de la situación actual, hay consenso de que las elecciones deben realizarse lo antes posible. El Congreso debe tramitar, debatir y aprobar las propuestas de adelanto”.