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Política

Piero Corvetto: “Por un tema de organización electoral, yo sugiero que se elimine el voto preferencial”

Entrevista al electo como el nuevo jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE).

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Aclara. Sobre Pier Figari, Corvetto dice que una cosa es ser su amigo "y otra ser fujimorista". (Foto: Aldair Mejía)

Piero Corvetto será el encargado de conducir a la ONPE en circunstancias especiales. Las elecciones generales de abril marcarán el ingreso al bicentenario y, además, tendrán que ser organizadas en un contexto marcado por la pandemia. En la siguiente entrevista, el jefe electo explica qué se evalúa para garantizar un adecuado proceso electoral.

¿Cómo hará la ONPE -que le tocará dirigir- para organizar las elecciones generales en medio de la pandemia?

El reto es muy lindo. Me he venido preparando en los últimos 20 años de función pública, ya que exige varias cosas. La primera, asegurar que los ciudadanos tengan la confianza para ir a votar, lo mismo con los miembros de mesa en la larga jornada que les espera y que en general todos sepan que la ONPE va a asegurar que todos puedan manifestar su derecho al sufragio garantizando su salud, porque sin salud nada es posible.

¿Qué será lo primero que haga para garantizar la salud de los ciudadanos?

Lo primero que haré al llegar a la ONPE -no digo sentarme, sino llegar- será solicitar una reunión con la ministra de Salud, Pilar Mazzetti, para comenzar a coordinar con ella los protocolos que deben aprobarse en el menor plazo posible. Tomaremos como referencia la experiencia comparada, que permitan asegurar la salud pública el día de la jornada electoral.

¿De qué tamaño es el padrón electoral?

De 25 millones, aproximadamente. Un millón en el exterior, 24 en el Perú.

Todos ellos se movilizarán en simultáneo el 11 de abril. ¿Qué está pensando para evitar contagios?

La jornada electoral por esta ocasión y de manera extraordinaria se extenderá de 8 a 12 horas. Lo que tenemos que hacer es trabajar y aprobar el protocolo cuanto antes y socializarlo, ponerlo a la disposición de la gente, que lo haga suyo.

De acuerdo, ¿y una opción será votar más de un día, como se sugirió hace unas semanas?

No se ve esa posibilidad, porque no hubo una modificación normativa y es muy compleja una jornada de dos días. Hay que tomar en consideración la cadena de custodia en una elección. Los votos que se reciben se deben conservar, ¿en manos de quién vamos a dejarlos? Es muy complejo. Hay un agravante: hay encuestas de boca de urna. Imagínese que se haga una el sábado, eso podría condicionar la manifestación electoral del domingo. Por eso, no estamos por la línea de los dos días sino por la de una jornada ampliada de 12 horas en la que, creo, hay que comprometernos a un voto escalonado.

¿A qué se refiere por escalonado?

Por ejemplo, de las 12 horas, las dos primeras dedicadas a las personas con discapacidad o con mayor riesgo o mayor edad. Y luego, en las 10 horas restantes, la idea es que las personas vayan a votar de acuerdo al último dígito de su DNI. Eso no quiere decir que se vaya a impedir que vayan en otras horas, significa que hay que convencer a los ciudadanos de que la mejor manera de evitar el contagio es cumplir los protocolos y sufragar en las horas sugeridas.

Me queda clara la idea. Ahora, ¿ordenar la votación por franjas horarias será suficiente para evitar aglomeraciones y posibles contagios?

No es lo único, porque también hay un tema de cambio de chip respecto de cómo organizar la elección. La tradición en el Perú es la de meter el mayor número de mesas en el menor número de locales de votación.

Estarán pensando en espacios más amplios, imagino.

Generalmente venimos instalando dos mesas en una sola aula. Eso ya es imposible. Hay que tener una mesa en un aula porque, para empezar, los miembros de mesa deben tener una distancia entre ellos no menor a un metro y medio o dos. Y, además, tiene que haber espacio para que los personeros de los partidos puedan hacer su trabajo. Y a eso hay que sumarle la cabina secreta. Todo eso implica ordenarnos de una manera distinta. No es lo único. Hay que ver lo de los controles de temperatura, tiene que haber más espacios abiertos.

A eso iba. ¿Y por qué no votar en parques, por ejemplo?

Sí, sí. En Colombia hacen las elecciones hace mucho tiempo en playas de estacionamiento, en parques. Hay coliseos, hay espacios que podemos bien usar. Hay que echarnos a buscar. Antes se votaba en el Estadio Nacional, por ejemplo.

¿Se seguirá usando el voto electrónico?

No se puede ver el voto electrónico como un único tipo. Tiene modalidades. Hay tres. La que hemos visto aplicar en el Perú, que ha alcanzado a no más del 7% de la población, es la presencial.

La que se ha estado usando recientemente.

Exacto. Eso, es obsoleto.

Se usó hasta ahora.

Sí, sí, lo que no se dijo es que, cuando menos, cuarenta mesas se fueron a cero y se puso en riesgo más de 15.300 votos. El tema es que esto tiene que pasar una auditoría. No puedo usar un sistema de votación electrónica si no pasa por una auditoría. La información que tengo es que a esas tablets hay que hacerles una serie de compras y cambios que complejizan el asunto y que el software hay que modificarlo y no se puede actualizar fácilmente. Esas tablets ya no se producen. Han cumplido su periodo. Entonces, voto electrónico presencial como lo tenemos concebido…

Descartado.

No va por seguridad, porque no podemos jugarnos un voto, eso sería una irresponsabilidad. La segunda modalidad es a lo que nosotros apostamos, el sistema de escrutinio automatizado aplicado al 3% de la población, con resultados extraordinarios. Consiste en que votamos como siempre, luego los miembros de mesa cuentan los votos y llenan el acta en un programa que es como un Excel. Finalmente, esta se graba en el sistema y se envía al centro de cómputo. Con eso, el riesgo de error material se reduce a su mínima expresión y los resultados son mucho más rápidos. El tercer sistema es el voto electrónico no presencial, que se usará para peruanos residentes en el exterior y ciudadanos en condiciones particulares.

Como militares y policías.

Así es. No tenemos cifras precisas, pero se calcula que de 330.000 integrantes de las Fuerzas Armadas y de la Policía, unos 115 mil no pueden votar porque su lugar se sufragio es diferente al lugar en donde les toca servir el día de la elección.

¿Cuántas mesas usarían el escrutinio automatizado?

Estamos en el 3%, queremos llegar al doble. Queremos incrementarlo lo más que podamos. Tenemos que hacer ejercicios presupuestales muy serios. La inversión en protocolos de salud va a ser grande.

¿Se va a buscar que haya un bono económico para los miembros de mesa?

De todas maneras. No hay forma de poder mantener este sistema perverso de pedirle a un miembro de mesa que esté sentado 8 horas -ahora 12- más la instalación y el escrutinio, con el único incentivo de un día libre, cuando todo el mundo sabe que el 80% del país vive en la informalidad y que el día que no se trabaja no se come. Por eso, hay que buscar el compromiso del MEF de un pago directo.

Un asunto importante tiene que ver con la fiscalización de fondos partidarios. ¿Cómo se puede fortalecer?

La fiscalización de fondos partidarios pasa por una serie de limitaciones. Es fundamental incorporar en la discusión temas que son importantes. Por ejemplo, ONPE no tiene cobranza coactiva, por tanto pone multas y nadie le paga. Eso debe acabar. Y tiene que haber un plan de lo que se va a gastar antes de la campaña e informes periódicos durante la campaña y uno al final. Hoy todo es al final…

Exacto.

Es post mortem. El control tiene que ser simultáneo, concurrente. Esos informes que presenten los partidos tienen que estar colgados y la gente tiene que saber en qué se comprometieron a gastar y en qué gastan.

¿Le pediría al Congreso que evalúe lo de la evaluación post?

Le pediría sentarnos juntos para reflexionar juntos sobre cómo poder hacer para que la políticas sea más transparente, y que se use con mayor transparencia los fondos que se asignan. Hoy se dan fondos, se tiene que presentar un plan de capacitación. Sin embargo, en campaña, creo, es fundamental un informe previo de planificación, informes periódicos y uno final. Insisto, ONPE debe tener la capacidad de multar y cobrar.

¿Hay que eliminar el voto preferencial?

Estoy absolutamente convencido de que hay que eliminar el voto preferencial, pero no quiero entrar en una discusión más política…

¿Su posición es más técnica?

Desde el punto de vista de la organización electoral. ¿Y por qué considero que hay que eliminar el voto preferencial, sobre todo en esta elección que es tan importante? Porque el voto preferencial complejiza el diseño del material electoral y la capacitación. Hace que se demore más el ciudadano en emitir su voto. ¿Por qué? Porque en vez de marcar solo la fórmula de presidente y vicepresidentes, del Congreso y del Parlamento Andino, hay una doble opción para los votos preferenciales en el caso de los dos últimos y eso significa tiempo adicional. Eso hace que sea más lenta la cola, la votación…

¿Y eleva el riesgo de contagio?

Y eso tiene un efecto en la posibilidad de contagio. Yo no pido que se reflexione sobre los intereses políticos que cada uno bien tiene, yo quiero que se reflexione sobre la salud del elector, del miembro de mesa que en lugar de estar 14 horas posiblemente tenga que estar 16 por el voto preferencial y que hace que tengamos resultados electorales más lentos.

Entonces, ¿por un tema de salud debería eliminarse el voto preferencial?

Por un tema de organización electoral y de salud en plena pandemia, yo sugiero que se elimine el voto preferencial. La propuesta la trasladaré al Jurado Nacional de Elecciones que es el que tiene la facultad de presentar las propuestas. Yo no hablo acá de intereses políticos, hablo de qué ayuda a que la gente vaya a votar de manera ordenada y que el sufragio y el escrutinio sean más rápidos.

¿Espera que el Congreso acuse recibo? Siempre se ha opuesto a eliminar el voto preferencial.

Yo soy un optimista y creo que es el momento para reflexionar sobre un tema que tiene un efecto sobre la salud del electorado. Tenemos que hacer todos nuestro máximo esfuerzo para proteger a los 25 millones de peruanos que irán a las urnas. Pensemos en ellos. Pido solo pensar en ellos.

Un tema que fue ventilado en medios y que despertó, además, el interés de la Junta Nacional de Justicia, porque se lo preguntaron directamente en la entrevista personal, tiene que ver con su asistencia a la sede partidaria de Fuerza Popular. Usted ha dicho que fue como parte de sus labores profesionales en Reniec. ¿Se reunió con Keiko Fujimori?

De ninguna manera. No de ahora sino desde el 2017 hago un trabajo seguido de fortalecimiento partidario. Yo me he dedicado a brindar asistencia técnica electoral a los partidos, a trabajar en su fortalecimiento. Y he sostenido reuniones con secretarios generales, excepcionalmente, pero fundamentalmente con los personeros, que son los representantes legales. Desde la ONPE yo aprendí que se puede tener el mejor diseño pero que sin un buen padrón, no hay una buena elección porque lo inflan y lo desinflan. Yo fui a varios partidos a ofrecer el servicio de asistencia técnica y de 21, conseguí 7.

Y uno de ellos fue FP.

Que no me aceptó. No es algo del aire, no es que yo quiera visitar a alguien, no. Se mandaron 42 oficios. No uno, sino 42. Pero ese partido no aceptó que Reniec lo asesore para tener un mejor padrón electoral.

¿Y en esa reunión conversó con Pier Figari?

Conversé con el personero legal del partido. Como usted supondrá, los líderes de los partidos están en otra cosa, no van a atender a una persona que les va a ofrecer poner fotos en los padrones y ordenarlos por circunscripción electoral. Los líderes electorales están en otra cosa. Esto se trata con el personero legal.

¿Usted es amigo de Pier Figari?

Pier es mi amigo de hace 35 años, no de ahora. Nuestras familias se conocen, conozco su esposa, a sus lindas hijas. Pier es mi amigo, pero una cosa es ser amigo de Pier Figari y otra ser fujimorista. Eso tiene que estar absolutamente claro. Yo he dado el mismo, o he pretendido darle el mismo servicio de asesoría técnica a todos los partidos. Mi relación con todos los partidos es equidistante. Soy un funcionario electoral hace 20 años, no de ayer.

Por cierto. Un funcionario electoral puede tener simpatías políticas, lo que debe mantener es la neutralidad.

La neutralidad se mantiene con los actos. Si usted me dijera que ese es al único partido al que le he brindado asistencia técnica, lo entendería. Yo le puedo demostrar (lo que digo) con estos 42 oficios y con mis 15 años de trabajo. ¿Sabe lo que más orgullo me ha dado en este proceso, donde mucha gente me ha criticado sin conocerme, siquiera? Que mucha gente de muchos partidos me llamó a felicitarme pero también para decirme, cuando me criticaron, que sabían cómo los había ayudado y que me conocían. Yo he ayudado a todos los partidos. Déjeme decir una cosa más: uno de los partidos con los que menos me he reunido es ese que usted dice (Fuerza Popular). Me reunido muchísimo más con muchísimos otros.

De su currículum también llamó la atención de la JNJ su paso por la Dirección Nacional de Inteligencia. ¿Qué clase de trabajo realizó ahí?

Yo tengo el honor de decir que también serví a mi país en inteligencia, en democracia. Eso me llena de orgullo. Llegué gracias a una persona que fue mi profesor y que admiro mucho…

...Fernando Rospigliosi

Fernando Rospigliosi y fui a inteligencia porque viví de la mano de Fernando Tuesta el gran cambio en la ONPE y creó que eso se iba a poder dar en inteligencia. Fue una experiencia dura, difícil porque los civiles no tenemos esa bendición de Dios de tener formación para hacer inteligencia estratégica. Recuerde usted que el sistema al que me incorporé -insisto, en democracia- hacía análisis estratégico, prospectivo, no hacía inteligencia operativa.

¿Hacía prospectiva?

Hacía prospectiva, escenarios políticos, porque yo estudié comunicaciones y había terminado una maestría en ciencia política. Hacía eso, análisis de prospectiva, construcción de escenarios a futuro.

¿Garantiza usted elecciones libres y democráticas para el 2021?

Mi compromiso es que la ONPE va a organizar unas elecciones libres, democráticas, transparentes, íntegras, ejemplares. El estándar de elección que vamos a implementar en el Perú va a marcar un hito de calidad, compromiso y transparencia que tiene que servir no solo como referente de los procesos electorales, no solo en el Perú sino, sobre todo, hacia afuera. Hay que colocar a la ONPE a la vanguardia de los organismos electorales de América Latina, como alguna vez lo estuvo a inicios del 2000.

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