El abogado y excandidato al gobierno regional de Arequipa, Javier Ísmodes, critica los presuntos vínculos de la exgobernadora Yamila Osorio con el reciente escándalo de corrupción en la Gerencia de Transportes. ,Cada vez que he realizado un comentario crítico a Yamila Osorio, exgobernadora de Arequipa, ella y su mesnada (seguidores) salen a decir que hablo por la herida al ganarme la elección en 2014. A lo largo de la campaña electoral mencioné que el ejemplo claro de corrupción en el Gobierno Regional de Arequipa era la Gerencia de Transportes, y que la primera acción para evidenciar la lucha contra la corrupción era desmantelar esa mafia enquistada y que muestra indicios que involucran a la gobernadora, sus familiares y sus cercanos desde 2015. Proveedores de camionetas a la región, que también brindan servicio de academia de manejo y dueños de policlínicos, para el círculo vicioso de la corrupción en transportes. El chupo reventó hace unos días, y la gobernadora quiere pasar por imprudente, inexperta y hasta tonta, diciendo que nunca actuó en un programa de lucha contra la corrupción porque no recibió una denuncia y que en todo caso su gerente le tuvo que haber informado (ver la entrevista de Jorge Turpo en RPP), y que asume el costo político; no tiene que asumir solo el costo político, sino asumir la responsabilidad penal por la mafia desarticulada. PUEDES VER: Sindican a exgobernadora Yamila Osorio de recibir dinero de coimas Esta forma de responder de Osorio muestra el colmo de la poca vergüenza para enfrentar una situación política grave; además de ser totalmente flexible con la corrupción, permisiva y facilitadora de empresas contratistas irresponsables e ineficientes y cuya gestión está salpicada por irregularidades; donaciones que pasan por compras, obras con valoraciones exageradas como la Variante de Uchumayo, carreteras inconclusas con presupuestos completos y obras supuestamente terminadas y que no se han entregado como el agua y desagüe en la localidad de Planchada, etc., son ejemplos de las maravillas de Osorio en esta gestión. La gobernadora saliente hasta ahora no se da cuenta que la ineptitud, la ineficiencia y la poca transparencia son hermanas de la corrupción. Su gerente, subgerente y funcionarios de Transportes, que están ya tiempo, han sido sorprendidos con las manos en la masa; y está claro que forman parte de una cadena siniestra de gestión delincuencial de recursos a través de las coimas para obtener brevetes, bolsas organizadas para autorizar la actividad informal de los servicios de transporte a través de las denominadas “van”; su gente de confianza, no solo de ahora sino desde 2015, siempre involucrados en la construcción de una telaraña de corrupción, y ella nos dice “yo no estaba enterada”, yo le diría, ¿por qué no le pregunta a su mamá, señorita Osorio? Ella le puede dar la respuesta. La fiscalía ha iniciado las investigaciones y ojalá, así como exigimos la permanencia de los fiscales recientemente destituidos, así también la comunidad se indigne ante la evidencia clara de un manejo delincuencial de la Gerencia de Transportes y si queremos luchar contra la corrupción, la fiscalía tiene que actuar hasta encontrar que el inicio de la madeja está en las principales autoridades del GRA. Lo que nos preocupa es el tratamiento una vez más tibio y pusilánime de varios sectores de la prensa local. La responsabilidad de Yamila Osorio en este asunto grave de corrupción no debe ser pasada por agua tibia, esperamos que la fiscalía actúe con celeridad e intensidad. Y ojalá que el Poder Ejecutivo no continúe con ese ánimo de tutor frente a Osorio, las simpatías se tienen que acabar si el presidente Vizcarra quiere luchar contra la corrupción no solamente para el ojo limeño, sino para todo el Perú. El congresista Justiniano Apaza ha sido audaz al hablar sobre la participación de Osorio, su familia y allegados en la mafia de transportes, yo respaldo su posición, porque si la policía y fiscalía quieren, encontrarán los indicios suficientes para unir los eslabones de responsabilidad. Yamila Osorio tiene que responder.