Uno de los enfoques es el “Buen Vivir”, que ya tiene carta de ciudadanía en las Constituciones de Bolivia y Ecuador. Afirma que debe haber armonía con uno mismo, con el medio ambiente y con la sociedad.,En el Perú casi no se discute sobre las alternativas de desarrollo de largo plazo, como a menudo sucede en otros países. Eso se debe a que el Consenso de Washington (CdeW) de principios de los 90 y sus políticas de liberalización, apertura y desregulación de los mercados siguen vivas en el Perú, aunque ya no en otros países de la Región. Esa discusión es clave ahora que se constata el agotamiento del CdeW, con el fin del “super ciclo” de altos precios de las materias primas. El crecimiento mediocre en toda la Región obliga a esa reflexión. El libro Caminos alternativos al desarrollo sustentable, Lecciones desde América Latina del Graduate Institute de la Universidad de Ginebra aborda esa “agenda abandonada”, a partir del análisis de enfoques alternativos, tomando como eje la Región Andina (1). Soy uno de los compiladores de este libro, al lado de Gilles Carbonnier (editor general) y Sergio Tezanos, de la Universidad de Cantabria. Uno de los enfoques es el “Buen Vivir”, que ya tiene carta de ciudadanía en las Constituciones de Bolivia y Ecuador. Afirma que debe haber armonía con uno mismo, con el medio ambiente y con la sociedad. Realiza una crítica a la “concepción occidental del desarrollo que busca de manera incesante el incremento de la producción y el consumo material a costa de la degradación ambiental y de la ampliación de la desigualdad”. Uno de sus planteos recientes es la “transición al post-extractivismo” (Alberto Acosta). El otro enfoque es nuestro viejo conocido, el CdeW, adoptado por Colombia y Perú, mucho menos en Colombia, que no tiene una política tan dogmática. Varios autores encuentran que, a pesar de las diferencias, los resultados no han sido muy distintos, salvo en la soberanía sobre el petróleo y gas. Dice Fernando Eguren que en los 4 países la propiedad de la tierra ha seguido altamente concentrada. Y tampoco hay gran diferencia en la reducción de la pobreza rural y la desnutrición crónica. Para Darío Restrepo, que analiza la explotación de recursos naturales, la descentralización y la protección del medio ambiente, no hay diferencias significativas, más allá de las fisuras ideológicas, Otra pregunta del libro es: ¿cómo se comportan los promotores del “Buen Vivir” una vez llegados al poder? ¿Pueden desactivar el modelo primario exportador y devolver el poder efectivo a los niveles locales? La respuesta podría resumirse así: “una cosa es con guitarra, otra con cajón”. En el prólogo se dice que el “Buen Vivir” “es aún un concepto aspiracional que resume una crítica y propone valores alternativos. Pero como alternativa concreta de políticas públicas y roles definidos del mercado y del Estado, aún es un proyecto en construcción”. Por su lado, José Antonio Ocampo constata que la dependencia de las materias primas se agudizó con el super ciclo y que nuestros países no captaron los beneficios potenciales asociados con el último auge de precios. Por el contrario, ha habido algunos efectos estructurales negativos, como la “enfermedad holandesa” y, en especial, la desindustrialización, lo que se ha agravado por la falta de políticas macroeconómicas contracíclicas apropiadas. En el libro también se aborda la violencia en las ciudades (Robert Muggah), la inversión extranjera, sobre todo de China (Elizabeth Bastida), así como la pobreza y las desigualdades económicas en el Perú durante el super ciclo (Javier Herrera). Mención aparte merece la entrevista a Fernando Henrique Cardoso, exideólogo de la Teoría de la Dependencia y expresidente de Brasil, quien reflexiona sobre las teorías del desarrollo dentro del proceso de globalización actual, así como la ubicación geopolítica de la Región. Hay dos temas centrales íntimamente ligados, que ya han sido tratados por la CEPAL. Uno, poner la igualdad en el centro, lo que fue desarrollado en sus textos de la “trilogía” de la igualdad. Segundo, para superar el modelo primario exportador se requerirá una inversión masiva en capital humano, infraestructura y diversificación económica. Esto no significa dejar de lado las actividades extractivas –que deben contar con licencia social, ambiental y fiscal– sino entender que el camino hacia el desarrollo sustentable es incompatible con las políticas de “piloto automático” donde “el mercado decide”. Y, como no hay compartimentos estancos: fortalecer las instituciones, hacer las reformas políticas y luchar contra la corrupción. Para terminar: “este libro tiene el propósito de ir más allá del debate académico para contribuir en los debates de políticas y la toma de decisiones sobre los procesos de desarrollo en América Latina, y lo que el resto del mundo puede aprender de ellos”. Juzgarán los lectores. 1. El libro contiene 14 artículos de diversos autores. Ver todos los artículos en el siguiente enlace de acceso gratuito: https://goo.gl/viGwTt