Fiscal superior Germán Apaza es acusado de orquestar separación del fiscal de Lavado de Activos, Héctor Huacasi por no querer ayudar al exalcalde de Azángaro. ,El fiscal de Lavado de Activos Héctor Huacasi Llavilla se convirtió en un obstáculo para Germán Apaza Paricahua, fiscal de la Primera Fiscalía Superior Penal de San Román-Juliaca y para el exalcalde de Azángaro, Efraín Murillo Quispe. La exautoridad edil era investigado por lavado de activos por Huacasi. Como corolario, la semana pasada se puso en marcha un operativo para requisar sus viviendas en Puno y Arequipa, adquiridas presuntamente con dineros de la corrupción. PUEDES VER En Arequipa y Puno incautan cinco casas del ex alcalde de Azángaro Efraín Murillo [FOTOS Y VIDEO] Huacasi formuló una acusación grave el pasado 04 de abril ante la Oficina de Control Interno del Ministerio Público de la provincia de San Román. Sindica a Apaza Paricahua, su jefe inmediato, de orquestar su separación de la investigación al exburgomaestre de Azángaro. El caso fue reasignado el 07 de febrero al fiscal Luis Choque Rosas, quien casualmente es amigo del exalcalde investigado. Sin embargo, según Huacasi, su exclusión fue inusual. Constituye una represalia porque no quiso ayudar a Murillo. La exclusión la firma el fiscal Pedro Ramos Miranda, que en ese entonces reemplazaba a Apaza por vacaciones. Compadres Sin embargo, para Huacasi hay otras razones que pesaron en su retiro: la amistad de su jefe con el investigado. Germán Apaza y Efraín Murillo no solo son amigos entrañables, también compadres desde el 2012. El fiscal superior se convirtió en padrino del hijo menor de la exautoridad edil. Esto se lo contó confidencialmente Apaza a Huacasi el 24 de mayo del 2017 en su oficina. Esta versión figura en la denuncia del fiscal presentada al Órgano de Control Interno. El fiscal denunciante acreditó su versión con pruebas. "Mire, doctor, Murillo es mi compadre, he bautizado a su hijito. Ese pata está fregado, su mujer lo ha dejado, ya lo han sentenciado. Mire, somos aves de paso. Ayúdalo, pues, dale una manito en lo que se pueda. Él no tiene nada. No te pido que te salgas de la ley, pero ayúdalo en lo que puedas", le habría dicho Apaza a Huacasi. Para sacarlo del caso, a Huacasi nunca le pidieron su versión, lo excluyeron por una queja del exalcalde Murillo aduciendo una serie de razones: por ejemplo, que le había pedido dinero, que lo había agredido física y verbalmente. Claro, acusaciones sin prueba alguna. La hija de sus ojos Pero esto no es todo. El interés del fiscal superior por sacar a Huacasi del caso tiene también un aspecto más personal. Y es que su hija, Yamilet Apaza Chura, está implicada en la investigación de lavado de activos contra Murillo Quispe, por lo que podría resultar condenada. Resulta que poco después de iniciadas las investigaciones contra el exalcalde de Azángaro, el 23 de febrero del 2015, este le vendió un terreno por S/ 10 mil a Yamilet en el distrito de Paucarpata, en Arequipa. La duda recae en que no cuenta con ingresos que sustenten tamaña compra. Otra ayudita Según cuenta Huacasi en su denuncia, nunca accedió al pedido de su jefe. Continuó diligentemente con su investigación. Pero otra serie de irregularidades lo llevaron a arriesgar su cabeza con tal de abrir la caja de Pandora que podría terminar con su carrera. Huacasi cuenta que uno de los abogados de Murillo Quispe, Darío Portillo, llegó a su oficina el 30 de octubre del 2017 a solicitarle un apoyo para su cliente. Otra vez, el 05 de febrero de este año el exalcalde de Azángaro llegó sin aviso a la oficina del fiscal de Lavado de Activos y le hizo un escándalo, "golpeando la mesa y tirando una silla" hacia su escritorio. Según dice la denuncia, el fiscal Huacasi tendría audios que probarían los hechos. En su denuncia, Huacasi pide que le reasignen el caso y que se aclare los vínculos entre Apaza y Murillo.