No se consumó intento de sacar del TC a Eloy Espinosa-Saldaña

Desenlace en Tribunal Constitucional. Los magistrados que promovían el alejamiento de uno de sus miembros solo llegaron a los tres votos: Ernesto Blume, Augusto Ferrero y José Luis Sardón. Votaron en contra de esa intención Marianella Ledesma y Carlos Ramos.,No prosperó el intento de vacancia que presentó el magistrado del Tribunal Constitucional José Luis Sardón en contra de su colega Eloy Espinosa-Saldaña por supuestamente haber incluido en su hoja de vida un doctorado que no tiene. A las nueve y media de la mañana, aproximadamente, los miembros del TC (a excepción de Manuel Miranda Canales, internado en una clínica debido a una pulmonía) se reunieron para debatir si Espinosa-Saldaña debía o no continuar en el Tribunal Constitucional. PUEDES VER Tribunal Constitucional: se cae intento de destitución de magistrado Eloy Espinosa El pleno del TC es de siete miembros. Se necesitaban cuatro votos (es decir, la mayoría) para que la destitución procediera. Los que auspiciaban el alejamiento de Espinosa-Saldaña solo llegaron a los tres votos. Apoyaron la vacancia Ernesto Blume, Augusto Ferrero y el propio Sardón. Votaron en contra de ella Marianella Ledesma y Carlos Ramos. Es curioso que se le dejara votar a Sardón, a pesar de que él era quien había levantado la acusación. Según fuentes consultadas, este fue todo un tema de debate en la sesión de ayer, que se celebró a puertas cerradas. En efecto, se discutió si el principal acusador debía o no tomar parte de la decisión final. Al respecto, los pareceres estaban divididos. Blume, actual presidente del TC, decidió que el voto de Sardón sí se contabilizara. Sin embargo, no se le ofreció la misma oportunidad al acusado. A pesar de eso, Espinosa-Saldaña se salvó. Y así se frustró el intento de integrantes del TC (proclives al fujimorismo) de copar esta institución que debe pronunciarse, próximamente, sobre temas de mucha importancia. Diversas voces habían advertido que la arremetida en contra de Espinosa-Saldaña era, en realidad, una represalia. Por ejemplo, el ex fiscal supremo Avelino Guillén consideró que la intención detrás era la de “castigarlo” por sus posiciones jurídicas expresadas en sus pronunciamientos en los diversos casos que analiza el TC. Simbólico Como ayer dio cuenta La República, una de las opciones que se manejaban –aparte de la vacancia– era la suspensión. Esto a pesar de que la Ley Orgánica del TC solamente contempla esta medida en caso de un delito flagrante. En todo caso, la vía de la suspensión fue dejada de lado en el debate de ayer. La mirada estuvo puesta en la salida definitiva de Espinosa-Saldaña. Pero este continuará como magistrado del TC, con sus atribuciones intactas. Eso sí: fue retirado de la vicepresidencia de la institución. De acuerdo con fuentes del TC consultadas para este artículo, esta decisión sí fue asumida de manera unánime por los magistrados Sardón, Blume, Ferrero, Ramos y Ledesma. Esto responde a una “pérdida de confianza” en Espinosa-Saldaña para que siga ocupando la vicepresidencia del TC. Se entiende que, al menos, pudo ser más diligente para aclarar su situación académica cuando se le mencionaba como poseedor del grado académico de “doctor”. Ahora bien: la vicepresidencia del TC resulta, en la práctica, un puesto simbólico. El vicepresidente del TC asume las funciones del presidente cuando este se encuentra ausente por alguna razón. No mucho más. Por lo demás, tal como explicaron desde el TC a este diario, las prerrogativas de Espinosa-Saldaña se mantienen intactas. Quien pasará ahora a ocupar la vicepresidencia del TC será el magistrado más antiguo: Miranda Canales. Uno de los más entusiastas para que procediera la vacancia fue Ferrero. Hasta el último insistió con la necesidad de imponer un castigo. Su empeño no tuvo resultados. Resignado, Blume negó que existiera alguna presión política En un pronunciamiento, el titular del Tribunal Constitucional, Ernesto Blume, informó el resultado de la votación sobre el caso Espinosa-Saldaña. “Al no alcanzar los cuatro votos que exige la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional para vacar por incapacidad moral al magistrado, se desestimó este pedido”, indicó a la prensa reunida en el local del TC. Blume agregó también que por unanimidad de los magistrados presentes se declaró la pérdida de confianza del magistrado Eloy Espinosa-Saldaña para que siga ejerciendo el cargo de vicepresidente del Tribunal Constitucional. En tal sentido, dijo que se encargó ese cargo a Manuel Miranda. El pedido de vacancia contra Espinosa-Saldaña argumenta una presunta incapacidad moral, dado que habría consignado el grado de doctor en su hoja de vida sin haberlo tenido. Sobre este caso, Blume enfatizó que no “existió ningún tipo de presión política” y recalcó que son un colegiado de personas probas e idóneas que ejercen el cargo con total independencia en el marco de la Constitución.