Lourdes Flores: “No hubiera dado el indulto porque sí creo que Fujimori fue bien juzgado”

Lourdes Flores. Lideresa del Partido Popular Cristiano, ex candidata presidencial.,La ex candidata presidencial y militante del PPC, Lourdes Flores, analiza la reciente decisión de Pedro Pablo Kuczynski de indultar a Alberto Fujimori. Señala que el ex mandatario, hoy libre, debe pedir perdón y mostrar arrepentimiento. Dice esperar, además, que esta sea la oportunidad para un nuevo impulso a la transición democrática. La gente percibe que el indulto a Alberto Fujimori fue producto de una negociación política. ¿Está de acuerdo? Es obvio que la gente lo percibe así. Pero tengo la impresión de que el presidente venía dándole vueltas al tema desde hace tiempo, y esta ha sido la circunstancia propicia que él ha encontrado. Imagino que sentía que era la forma de dar el mensaje final a quienes lo habían apoyado para salvarse de la vacancia. PUEDES VER ¿Cuánto costará al Estado asumir la defensa de PPK ante la Comisión Lava Jato? La ocasión fue malísima. Es evidente que no ha sido la mejor circunstancia, porque a los ojos de la gente se sospecha, con toda razón, de un acuerdo. Eso queda en el ambiente. El momento era malo, sin duda. Una decisión presidencial que de por sí ya es compleja y genera conflicto, se agudiza cuando se dicta a 48 horas de salvar una vacancia. Espero que el presidente tenga todos los elementos para persuadir, a nivel nacional e internacional, que la medida tiene un asidero legal y constitucional. Ya ha habido condenas a nivel internacional. No me gusta que se adelanten juicios. Una decisión así está sometida a controles. En el caso de la gracia, el haber cortado el juicio… ¿De Pativilca? Exacto. Habrá que esperar que la Corte Suprema diga su palabra y defina si es constitucional. Y habrá que esperar a que la Corte IDH se pronuncie sobre el indulto también. Es un tema que no es blanco y negro, está lleno de grises. Mi invocación, incluso a los más críticos del indulto, es que las instituciones que deben ejercer control, lo hagan. Yo creo que la mayoría de gente está esperando que se encuentre un cauce de solución civilizada. Una encuesta de Ipsos señala que el 40% está contra del indulto. No es poco. Hay una percepción general que cuestiona su oportunidad. Si la hubieran encuestado, ¿qué hubiese respondido? Yo hubiera estado en contra del indulto, personalmente. Y hubiera añadido: 'ojalá que el presidente sepa cómo explicar su decisión'. Para ser más clara: yo estoy entre quienes no hubiera dado el indulto, pero una vez ya tomada la decisión espero que el presidente de la República exprese con responsabilidad su punto de vista. ¿Y por qué no hubiera dado el indulto? Yo no hubiera dado el indulto porque yo sí creo que el señor Fujimori fue bien juzgado, porque me parece que los hechos eran graves y porque la situación de salud que el ex presidente experimenta podría haber tenido una mejor forma de tratarse. Es decir, el problema humano tenía que ser atendido… Eso nadie lo discute. Pero como mensaje ético y como cumplimiento jurídico, la mejor salida era el arresto domiciliario. Pero, en fin, esa es mi posición personal. Hay hechos que levantan críticas, como que haya personas en estado de alta gravedad que esperan un indulto. Eso sí es verdad. En los 80 era la practicante de los asesores del ministro de Justicia. De ahí recuerdo que la decisión (de los indultos) es absolutamente discrecional. Todo eso me hace pensar que estamos en un área gris. Si se hubiese dado en circunstancias menos conflictivas… ¿Y el Gobierno no pudo haber colaborado para que el ambiente sea menos conflictivo? No se recibió a las víctimas. Ahí vienen dos hechos adicionales muy importantes. Se necesita una mirada a las víctimas, porque cuando los hechos están dados y ofreces solo una reparación civil… Se ve pésimo. Es insuficiente. Eso es algo que debe recomponerse. Y el otro hecho que no se debe perder de vista es que un indulto representa el perdón que la sociedad le confiere a una persona que ha cometido un delito. Y a veces cuando uno escucha a determinadas personas, siente como si esto hubiese sido una batalla política ganada. Y no se trata de eso. ¿Cuál debe ser la actitud de Alberto Fujimori ahora? A la primera persona que habría que pedirle una conducta especial acorde con el beneficio recibido es al propio Alberto Fujimori. Lo peor que puede pasar después de este acto tan conflictivo, que ha vuelto a dividir y polarizar a la sociedad, y que es tan controvertido por todos lados, es que la actitud del señor Fujimori no sea consecuente con el perdón recibido a través del presidente. Se le ha dicho: 'señor, usted no va a cumplir su condena a plenitud, no va a ser juzgado por más casos. Bueno pues, lo que hay que pedirle es que se comporte a la altura de alguien que fue condenado y que debe demostrar arrepentimiento y perdón. Eso lo enaltecería como ser humano'. ¿Cree, como sugiere el Gobierno, que ese indulto es la llave de la reconciliación nacional? No quiero detenerme en una palabra la cual, si no se siente realmente, se vacía de significado. Reconciliarse y perdonar es muy importante. Lo dice el Gobierno. Bueno, y sin usar esa palabra, lo que sí creo es que podría abrirse un nuevo ciclo político. La transición desde el 2000, luego de la caída de la dictadura y de la corrupción, se caracterizó por el antifujimorismo, y era algo lógico. El fujimorismo recuperó terreno y, gracias a las ventajas de la cifra repartidora, logró una mayoría abrumadora en el Congreso. Uno hubiese esperado una actitud distinta del fujimorismo más joven, pero se fue acercando al modelo del que, se suponía, buscaba distanciarse, un modelo beligerante, de ataque a las instituciones. Y ahora reaparece el fundador, en medio de lo que parece una especie de guerra civil. Y ahora reaparece Alberto. Mi hipótesis es que tratará de reagrupar a sus fuerzas. Lo que veo, en todo caso, es la posibilidad de un nuevo ciclo, de un reimpulso a la transición, a la recuperación democrática para salir un poco de esta polarización entre fujimorismo y antifujimorismo. Sería lo más deseable, con una agenda mínima de consenso. Ese nuevo ciclo no se percibe todavía, ¿no? No es la versión de estas primeras horas, pero pasada la efervescencia puede haber un viraje político. Y todos los actores deberían repensar su rol. Por ejemplo, el fujimorismo y la señora Keiko, quien calculó, vio una oportunidad y le reventó en la cara. O la izquierda, que a través del señor Marco Arana empujó un pacto para la vacancia: el pacto Arana-Keiko. Cada quien estuvo pensando en su pequeña parcela.