En estos días sale a remate, en la casa Sotheby’s, el único ejemplar en manos privadas de El príncipe, de Nicolás Maquiavelo (la edición es de 1532). Los otros 10 conocidos pertenecen a bibliotecas institucionales. El vendedor espera obtener una suma cercana a los $400,000, convirtiéndolo en el libro de consejos políticos más conocido en la historia de Occidente.
Maquiavelo fue un refinado asesor de príncipes italianos del Renacimiento, quien terminó cargando con las culpas de ese gremio político. Su apellido llegó a ser, más o menos, sinónimo de maquinación inmoral y puñalada por la espalda. Todavía conserva esa connotación, a pesar de que la filosofía política lo ha venido revalorizando cada vez más.
El príncipe es, sobre todo, un breve manual para gobernantes naturalmente deseosos de conservar su poder, y en esa medida fue una patente de corso. Lo que ha convertido al libro en un bestseller histórico es su capacidad para observar el mundo (la corte, la ciudad-Estado y, más recientemente, el país) de manera descarnada, desde la perspectiva del poder.
Así, es "maquiavélico", según los diccionarios, quien en su actuación separa la política de la moral y la religión, con el fin de mantener o acrecentar su poder. Esto era una novedad a comienzos del siglo XVI, pero en el mundo predominantemente laico de hoy nos parece natural. Digamos que era el libro de cabecera de Henry Kissinger.
A quienes hoy descartan al autor florentino por ser un amoral silvestre del tipo “el fin justifica los medios”, Jared Diamond les responde que, de hecho, Maquiavelo “es un realista transparente que comprende los límites y los usos del poder”. En efecto, "realismo" es una palabra cada vez más usada para tomar decisiones que lindan con el mal.
Pero no todos los consejos del libro que Sotheby’s está rematando son maquiavélicos; algunos son concretamente administrativos. Como aquel que indica que los asuntos polémicos deben ser dejados en manos de otros. O aquel otro que dice: “Mientras una mayoría de personas no carezca de propiedad o de honor, estarán satisfechos”.
Al igual que el clásico El arte de la guerra, de Sun Tzu, El príncipe es un libro de consulta más valioso cuanto más experimentado y avispado sea su lector. En las manos adecuadas, puede efectivamente valer casi $400,000.