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Opinión

Acá está su sobre, presidente, por Mirko Lauer

Quizás la cosa va por otro lado, y el tema no es el dinero, sino la legitimidad. Por ejemplo, que la libertad de Fujimori está en cierta duda, y que una pensión del Congreso lo ayuda a establecerse como un genuino expresidente

larepublica.pe
MIRKO

Parecía que con el recorte de los mandatos, la pensión vitalicia presidencial estaba desapareciendo rápidamente. Pero la institución está de vuelta, con otros sentidos. Empezó como un reconocimiento y ahora está reapareciendo como una suerte de muleta política. No todos la están pidiendo, pero ya se irá formando una pequeña cola.

¿Por qué los S/15,000 vitalicios para Alberto Fujimori? La idea establecida era que el personaje no necesita dinero, pues supo aprovechar el tiempo de las vacas muy gordas. Pero eso no está 100% demostrado. Podría ser que a la familia Fujimori, en esta época, el dinero no le sobre, y además, una pensión vitalicia siempre cae bien. Para no hablar de los gastos de campaña.

Quizás la cosa va por otro lado, y el tema no es el dinero, sino la legitimidad. Por ejemplo, que la libertad de Fujimori está en cierta duda, y que una pensión del Congreso lo ayuda a establecerse como un genuino expresidente. Esto a pesar de que no ha empezado siquiera a pagar los S/57 millones de reparación civil y de que tiene juicios en curso.

Era previsible que Pedro Castillo también iba a reclamar la misma pensión. Otra vez, no porque le falte la suma, sino porque eso lo establece como un expresidente con todas las barbas. Aunque no alcance para los indispensables abogados, es una bonita suma para recibir todos los meses. Aunque seguro que existen mejores sumas.

Es probable que la pensión acordada a Fujimori se mantenga, y que a Castillo se le siga negando la que pide. Muestra que hay jerarquías. Ambos fueron constitucionales, ambos dieron golpes, uno exitoso y otro fallido. Pero Fujimori tiene detrás suyo un evidente poder político, y Castillo solo abogados lenguaraces.

Ahora bien, con las reparaciones civiles que les caen a los expresidentes enjuiciados, y otros gastos legales, los S/15,000 resultan poca cosa. Entendámoslos entonces en su sentido original, como gratitud por los servicios prestados a la nación. Fujimori, con todos sus deméritos, algunos servicios ha rendido. Castillo, ninguno.

Como van las cosas, podemos temer la aparición de nuevos tipos de pensiones, vitalicias o no. Para jerarcas parlamentarios, por ejemplo. Además, no olvidemos que en otros tiempos los expresidentes automáticamente pasaban a ser senadores vitalicios. En cierto modo, de allí era el pago.