El clima electoral en Venezuela cada vez se torna más tenso y no es para sorpresa de muchos que uno de los países de Latinoamérica con "regímenes autoritarios de larga tradición", según catalogó The Economist en 2023. Nicolás Maduro, en busca de su tercer mandato, busca imponerse sobre los demás candidatos e inhabilita a quienes podrían alterar sus resultados.
Una de las primeras afectadas fue María Corina Machado, ganadora de la Primaria con más del 90% del total de votos, quien fue inhabilitada para ejercer cargos públicos por 15 años. Luego, llegó su reemplazo Corina Yoris, quien denunció que la plataforma del Consejo Nacional Electoral no le permitió inscribir su candidatura.
Froilan Barrios, analista político y exdiputado de la Asamblea Nacional, nos explica qué sucederá con el caso Yoris durante los próximos días, cuál podría ser la estrategia de la oposición frente a una tentativa de fraude y qué le espera a Venezuela después del próximo 28 de julio.
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—¿Cuál es el panorama que se vive en Venezuela meses previos a las elecciones presidenciales?
—La situación de Venezuela es bastante dramática, porque ya van 25 años, o sea, un cuarto de siglo, bajo una gestión que se niega a reconocer la alternabilidad en el poder. No aceptan. Por ejemplo, en una fecha emblemática, 11 de abril, donde hubo una protesta hace 22 años que provocó la caída, en ese momento, de Hugo Chávez, al conmemorar el aniversario, uno de los voceros que está en la Asamblea, vicepresidente del PSUV, Diosdado Cabello, dijo: "No, nosotros nos iremos de aquí dentro de un siglo, o sea, en 2102-2124". Entonces, para los venezolanos, el proceso electoral es una oportunidad constitucional de salir por la vía pacífica. Pero la vemos con mucha preocupación, porque que hay un bloqueo por parte del régimen de esa salida con las trabas que le han puesto primero a María Corina y luego a la profesora Corina Yoris. Y esto es grave, porque, en un país donde el salario es de menos de cuatro dólares y donde se han ido casi 10 millones de personas a lo largo del siglo XXI, amerita que sea una salida democrática y no ningún tipo de salida violenta.
—Debido a las últimas acciones tomadas por el régimen de Maduro, ¿cuáles cree que sean las próximas artimañas que pondría en práctica el chavismo?
—María Corina Machado salió electa con más de 2.200.000 votos el pasado 22 de octubre en unas elecciones primarias inéditas, porque obtuvo 93% de los votos y solidificó un liderazgo que no existía en el país, porque en Venezuela se ha desacreditado por completo la clase política. El Gobierno, ante esa decisión popular, no le quedó otra vía que una inhabilitación que a todas luces luces se como una decisión del Gobierno para evitar que María Corina fuera la candidata presidencial. Esto determinó entonces que, el 25 de marzo, antes de semana en Semana Santa, que era el lapso establecido para la inscripción de candidatos ante el CNE, surgiera la candidatura de la profesora Corina Yoris, muy ligada a María Corina, y que el Gobierno no la dejó.
La Ley Orgánica de Procesos Electorales, que está vigente, establece claramente en su artículo 63 que los candidatos pueden ser sustituidos hasta diez días antes de la fecha de las elecciones. Es decir, si las elecciones son el 28 de julio, como está establecido en el calendario apresurado que montó el Consejo Nacional Electoral, hasta el 18 de julio tendría oportunidad de inscribirse, según la ley establecida. Tenía, bueno, el CNE ha elaborado un reglamento o una nota administrativa que establece como límite el próximo 20 de abril. Eso es una clara violación de la ley y una intención que solamente pueden sustituir y ser sustituidos los candidatos que fueron presentados entre el 21 y 25 de marzo.
Ella —María Corina Machado— colocó un "candidato tapa", que es el doctor González, para darse el lapso y poder inscribir a la profesora Corina Yoris. Pero ya con esta decisión arbitraria del CNE están limitando esa posibilidad. Entonces, la artimaña es que obligue a la oposición a que busquen un candidato de los 12 que están allí planteados. A que sea escogido uno al que sea más potable o digerible por parte por parte del régimen, que es lo que sugiere todas estas maniobras.
—En ese caso, ¿se podría decir que la profesora Corina Yoris ya no tendría oportunidad alguna para poder ser candidata?
—Sí, por la ley, porque el artículo 63 lo dice, que hasta diez días antes. Incluso dice que se puede sustituir, pero siempre que cumpla con los requisitos constitutivo que establece la Constitución, como lo dice el artículo 55 de la misma ley. Y si vamos a la Constitución, en ella se establece, en los artículos 227 y 229 , que para que seas candidato presidencial se requiere que seas venezolano de nacimiento y no poseer otra nacionalidad. Segundo, que seas mayor de 30 años y, en tercer lugar, que no esté encausado por un tribunal y con sentencia firme. Bueno, ese no es el caso de Corina Yoris. Entonces, es evidente cuál es la apuesta que está planteando María Corina. Es que la presión internacional exija al Gobierno que cumpla con la ley, pero es una temeridad. Lo cual entonces coloca un manto de dudas y de trampa con relación a lo otro. Porque el candidato que están ofreciendo, el más accesible, es Manuel Rosales, el gobernador del Zulia que no es aceptado por la mayoría de la población.
—¿Cuáles son las principales sanciones que podría recibir Maduro por principales organismos internacionales al no cumplir con el proceso democrático?
—Nosotros conocemos en Venezuela qué tipo de sanciones se han establecido y la vivimos desde 2019 con el gobierno interino de Juan Guaidó. Se establecieron sanciones tanto personales como también de tipo económico, de prohibición de hacer contratos con la principal fuente que tiene el país que es el petróleo y otras áreas. Entonces, Maduro a eso, a mi criterio, le va a hacer caso omiso, como lo hizo en 2019. Pero ¿por qué? Bueno, porque Maduro forma parte lo que yo he llamado una "internacional de las autocracias en el mundo". O sea, él no está solo. Él forma parte a nivel mundial de una solidaridad absoluta por parte de Rusia, China, Irán, Turquía y, en América Latina, Nicaragua y Cuba, que son incondicionales y justifican toda esa jerga antiimperialista que el Gobierno tiene para justificarse de las agresiones que le cometen contra Venezuela, pero que no es más que todo la excusa para permanecer en el poder. Yo no soy optimista que las sanciones le quiebren la voluntad maduro.
—Bueno, entonces, ¿a qué lado apela su optimismo? ¿Hay posibilidad de que la oposición le haga frente al oficialismo?
—Sí. Mientras más se demuestran que son dictaduras, más tiempo tienen opción de permanecer en el poder. ¿Y qué pasa? Pues yo creo que el próximo proceso del 28 de julio es para establecer como una huella indeleble el carácter de tiranía que tiene el gobierno de Maduro, que se pretende presentarse como un ropaje democrático ante el mundo o con trazos de democracia, pero que en la práctica no es así. Tanto las reacciones de Lula como las de Petro e incluso las de las de López Obrador son tímidas ante la lo que pasa en Venezuela. Pero el 28 va a servir para eso, para demostrar el talante definitivo que no tiene vuelta y que lo que pasa en Venezuela, ante el mundo, sea visto como una dictadura que no tiene ninguna voluntad para establecer la democracia. ¿Qué quiere Maduro, ser una nueva Cuba o una nueva Nicaragua? Quiere decir: "Nunca me iré del poder", eso es todo. Ese es su proyecto. Quedarse eternamente. Se muere él y vendrá otro. Su hijo Nicolasito, que es al que están preparando o algo así por el estilo.
Pero ¿qué le toca entonces a la oposición venezolana? Bueno, acumular fuerzas y demostrar a nivel internacional que esa dictadura no tiene salida. A nivel interno, ¿qué es lo que falla? No ir acumulando fuerzas en el sector sindical, en los sectores sociales, en los sectores académicos, en las universidades, con la juventud para producir movilizaciones, sabiendo que ya la gente tuvo en Venezuela una cruda experiencia en 2002, 2014 y 2017.
—¿Qué le espera a Venezuela después del 28 de julio?
—Te voy a dar un ejemplo con relación al mundo en que yo participo, que es el mundo sindical. ¿Qué nos espera después del 28 de julio? Bueno, un periodo más duro. Es mi opinión. ¿Por qué? Porque, por una forma u otra, la Unión Europea va a ratificar sanciones. La Administración Biden, más allá de que ha sido flexible, va a tener que ratificar sanciones por la vía del Congreso. Y el gobierno de Maduro va a justificar eso con el mismo talante que ha tenido Cuba con el bloqueo económico desde la década de los 60, o sea más de 60 años diciendo la culpa es del bloqueo. Entonces, Venezuela, lamentándolo mucho, cayó en manos de una especie de mafia de narcos que lo ha convertido en un narcoestado y que no va a aceptar ninguna norma democrática que la establezca la ONU y la OEA.