El volcán Popocatépetl, imponente guardián de la Sierra Nevada, se encuentra bajo constante vigilancia debido a su reconocida actividad. Con una altura de 5.400 metros sobre el nivel del mar, este estratovolcán se posiciona como una fuente de preocupación y estudio por parte de los especialistas. Alejandro Salazar Méndez, destacado geólogo del Instituto Politécnico Nacional, ha compartido sus evaluaciones sobre la situación actual de este coloso que se mantiene dentro de los parámetros normales, aunque su historia sugiere una vigilancia continua.
La comunidad científica y la población en general permanecen alerta ante cualquier señal que pudiera indicar una erupción inminente. El historial eruptivo del 'Popo', como cariñosamente se le conoce, incluye eventos significativos que han marcado la geografía y la memoria del país. Estos antecedentes, junto con el monitoreo actual, forman la base de las estrategias de prevención y respuesta ante una posible catástrofe.
A pesar de las especulaciones y la inquietud popular, el volcán Popocatépetl se mantiene en una fase de actividad moderada. Los indicadores, tales como la sismicidad y la emisión de gases, no han mostrado variaciones alarmantes que aseguren un cambio inminente en su comportamiento. Salazar Méndez recalca que, aunque el volcán manifiesta un dinamismo constante, los parámetros actuales no indican un incremento de riesgo relevante.
Los volcanes, según Salazar Méndez, ofrecen señales previas a una erupción mayor. En el caso del Popocatépetl, una de estas alertas sería una inflamación notable del cráter, lo que indicaría la ascensión de magma. Basándose en las erupciones pasadas de 1994 y 2002, el geólogo sugiere que cualquier cambio considerable en la actividad volcánica precedería a un evento eruptivo. Sin embargo, actualmente, no se percibe una amenaza inmediata de una erupción de gran magnitud.
El volcán Popocatépetl dejaría grandes consecuencias tras su posible erupción. Foto Gobierno México
PUEDES VER: Yellowstone: el supervolcán que posee la capacidad de alterar drásticamente nuestro planeta
En un escenario hipotético de erupción mayor, las consecuencias serían significativas, especialmente para las regiones colindantes como Puebla, Morelos y el Estado de México. Salazar Méndez advierte sobre la posible acumulación de ceniza y la devastación de áreas cercanas al volcán. Además, una columna eruptiva de gran altura podría interrumpir gravemente el tráfico aéreo, lo que afectaría la conectividad y la economía del centro del país.
Más allá del Popocatépetl, México alberga otros gigantes como el pico de Orizaba. Este volcán, el más alto del país, también representa un riesgo latente. Su última actividad, registrada hace menos de 130 años, sugiere que un "despertar" podría no estar lejos. Aunque actualmente se considera tranquilo, la vigilancia continúa siendo crucial.
Ante la posibilidad de una erupción, es vital seguir las recomendaciones de las autoridades y estar preparados para una evacuación. Tener un kit de emergencia, conocer las rutas de evacuación y estar informado a través de los canales oficiales son pasos fundamentales para garantizar la seguridad personal y familiar.