“Fue una pesadilla, me acusaron de algo aberrante y me lo dijeron cuando estaba en la comisaría, porque yo les pregunté”, fue el inicio del doloroso relato de Gabriel y de su esposa Layla, padres argentinos que fueron acusados de abusar y matar a su bebé de 21 días de nacida. Tras un informe médico erróneo, los padres fueron detenidos y torturados por policías y presos hasta que se demostró que eran inocentes.
“Nosotros no pudimos despedir a nuestra bebé, no habían hecho la autopsia y ya nos acusaron de hacer un abuso”, contó Layla. Luego, se descubrió que la recién nacida había fallecido a causa de un paro cardíaco y no de un abuso, como lo aseguraba el Hospital Balestrini.
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Layla relató al medio El Trece que, en la Comisaría, las demás reclusas la golpearon por creer que había matado a su hija, mientras que Gabriel contó que lo dejaron sin agua ni comida durante dos días.
“Yo le agradezco al abogado que tenemos porque se portó muy bien, estábamos acusados de la peor manera. Él tomó el caso un viernes y al día siguiente me liberaron, y ahí me enteré cómo falleció mi hija y, gracias a él, la estoy contando acá afuera”, añadió Gabriel.
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“Acá hay muchas responsabilidades. Desde el inicio, el Hospital Balestrini dio un informe incorrecto. Y después todo lo que vivieron con la Policía. La nena falleció por una cardiopatía congénita que no se la habían descubierto y que la vio la médica forense. Hubo un primer informe de las médicas que decían que murió por los golpes y que había sido violada”, explicó el abogado Miguel Ángel Rancanelli.
“Estaban con abuso sexual agravado por el vínculo y homicidio agravado por el vínculo, perpetua. Y el gran responsable de todo esto es la gente de prensa de la Policía de la Provincia, porque ellos echaron a rodar a todos los medios una cuestión errónea sin tener la autopsia, así como el Hospital Balestrini y a su directora, que salió por los medios señalando a mis clientes como homicidas y violadores”, agregó.