Los países de Sudamérica albergan grandes celebraciones ceremoniales que mezclan tradiciones indígenas y espectáculos impresionantes. En particular, tres carnavales destacan en la región como los más grandes y famosos, cada uno celebrado con un propósito único. Algunos se destacan por su espectacularidad, mientras que otros por su valor cultural y religioso.
El origen de los carnavales en Sudamérica se remonta a la llegada de los españoles y portugueses en el siglo XVI, quienes trajeron consigo la tradición europea del carnaval, una festividad previa a la Cuaresma cristiana. Sin embargo, en América, esta celebración se fusionó con las expresiones culturales indígenas y africanas, dando lugar a carnavales únicos en cada país.
El carnaval es una de las festividades más vibrantes y esperadas en Sudamérica, donde la música, la danza y la cultura se fusionan en una explosión de alegría y color. Entre los numerosos carnavales que se celebran en la región, tres destacan por su magnitud, según el Clarín: el Carnaval de Río de Janeiro en Brasil, el Carnaval de Oruro en Bolivia y el Carnaval de Barranquilla en Colombia.
El Carnaval de Río de Janeiro es la fiesta más grande y emblemática de Brasil, reconocido como el carnaval más grande del mundo. Celebrado anualmente antes de la Cuaresma, este evento combina el desfile de las escuelas de samba en el Sambódromo Marquês de Sapucaí con cientos de blocos callejeros, donde millones de personas bailan al ritmo de la samba en las calles de la ciudad.
PUEDES VER: Esta es la comida de Sudamérica calificada como uno de los mejores desayunos del mundo, según Taste Atlas
El Carnaval de Oruro es la festividad cultural y religiosa más importante de Bolivia y una de las más emblemáticas de Sudamérica. Celebrado cada año en la ciudad de Oruro, en el año 2001, la UNESCO lo declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, resaltando su valor histórico y su fusión entre tradiciones indígenas y cristianas.
El Carnaval de Barranquilla es la fiesta más grande de Colombia y uno de los carnavales más importantes de Sudamérica. Se celebra anualmente en la ciudad de Barranquilla, combinando tradiciones indígenas, africanas y europeas en una explosión de música, danza y color. En 2003, fue declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.