El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, dijo el domingo que estaba "conmocionado" por los terribles "niveles de muerte, lesiones y destrucción" tras los ataques de las fuerzas israelíes en el norte de la Franja de Gaza.
"La difícil situación de los civiles palestinos atrapados en el norte de Gaza es insoportable", afirmó el portavoz de Guterres, Stephane Dujarric.
Israel afirma que sus ataques tienen como objetivo impedir el reagrupamiento de Hamás.
"El secretario general está conmocionado por los desgarradores niveles de muerte, lesiones y destrucción en el norte, con civiles atrapados bajo los escombros, enfermos y heridos sin atención médica vital y familias sin comida ni refugio", precisó el vocero.
Agregó que, según el Ministerio de Salud de Gaza, cientos de personas han muerto en las últimas semanas y más de 60.000 se han visto obligadas a escapar del lugar.
"Las autoridades israelíes siguen bloqueando, con pocas excepciones, los esfuerzos repetidos para entregar suministros humanitarios esenciales para sobrevivir -alimentos, medicinas y refugio-, poniendo en peligro innumerables vidas", dijo.
"El secretario general reitera sus llamamientos a un alto el fuego inmediato, a la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes y a la rendición de cuentas por los crímenes contemplados en el derecho internacional", agregó.
Más tarde el domingo, el portavoz de la agencia de defensa civil de Gaza, Mahmud Bassal, fustigó el "asedio" de Israel a las ciudades de Jabalia, Beit Hanun y Beit Lahia, en el norte de Gaza, y aseguró que 100.000 personas estaban atrapadas en esas zonas.
"Durante 22 días, no ha entrado ni una gota de agua ni de pan al norte de la Franja de Gaza", afirmó Bassal en un comunicado.
"Las fuerzas de ocupación matan a cualquiera que intente prestar servicios a los residentes del norte de Gaza", denunció.
Bilal al-Hajri, de 25 años, residente de Beit Lahia, dijo que el asedio estaba desatando una "hambruna" en la zona. "Estamos realmente muriendo bajo un fuerte asedio y hambruna", declaró a la AFP.
"Ninguno de nosotros puede salir de casa para siquiera acceder a algo de comida y bebida... cualquiera que salga es un objetivo".
El ejército israelí ha sido objeto de fuertes críticas por su operación en el norte de Gaza, donde decenas de miles de civiles están bloqueados.
El ejército dice que el objetivo del asalto es destruir las capacidades operativas que, según afirma, Hamás está tratando de reconstruir en el norte.
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