Israel anunció el sábado que un dron lanzado desde Líbano apuntó a la residencia del primer ministro Benjamin Netanyahu, ausente del recinto, en plena ofensiva israelí contra el Hezbolá libanés, que reivindicó disparos de cohetes contra varias regiones del país.
En la Franja de Gaza (frontera sur de Israel), la Defensa Civil indicó que 33 personas murieron la noche del viernes en un bombardeo israelí del campamento de refugiados de Jabaliya, en el norte del territorio palestino.
Israel lanzó a inicios de mes una nueva operación militar en el norte de Gaza, alegando que los milicianos del movimiento islamista Hamás se están reagrupando en esa área.
Más de 400 personas murieron en esa zona desde el inicio de esta operación, según fuentes médicas locales.
El movimiento islamista palestino, que gobierna Gaza desde 2007, ha sido debilitado tras un año de guerra y el asesinato el miércoles de su líder, Yahya Sinwar.
La guerra en Gaza se desató tras la incursión, el 7 de octubre de 2023, de milicianos que mataron en el sur de Israel a 1.206 personas, en su mayoría civiles, y tomaron 251 rehenes, 97 de los cuales siguen cautivos, segón recuentos de AFP basados en datos oficiales israelíes.
En la ofensiva de represalias israelíes contra Gaza, un territorio de 2,4 millones de habitantes antes de la guerra, murieron 42.519 palestinos, según datos del Ministerio de Salud del gobierno de Hamás, considerados fiables por la ONU.
El conflicto de Gaza se extendió a Líbano, donde Israel intensificó los bombardeos y lanzó el 30 de septiembre operaciones terrestres con el fin de debilitar el poderoso movimiento chiita Hezbolá, aliado de Hamás y respaldado por Irán.
Hezbolá replica con disparos de cohetes hacia Israel, donde las sirenas antiaéreas sonaron el sábado en varias ciudades del norte. El ejército israelí calculó que al menos 115 proyectiles se habían lanzado durante la jornada desde Líbano.
La oficina de Netanyahu indicó que un dron había sido lanzado hacia la residencia privada del mandatario en Cesarea, una ciudad costera del centro de Israel. Precisó que el incidente no dejó víctimas y que el primer ministro no se hallaba en el lugar.
El ejército israelí indicó que el dron, procedente de Líbano, había impactado contra una "estructura" de Cesarea, sin aclarar si esta se hallaba en el terreno de la residencia.
En los bombardeos del sábado, un hombre de unos 50 años murió más al norte, en la ciudad portuaria de Acre, por la metralla, informaron los servicios israelíes de emergencia.
Hezbolá anunció por su lado que disparó cohetes contra la región de Haifa, el gran puerto del norte de Israel, así como contra Safed. También disparó contra una base militar, en respuesta, según dijo, a las "agresiones" israelíes en Líbano.
Un bombardeo israelí alcanzó el sábado por primera vez la autopista que conecta Beirut con el norte de Líbano, matando a dos personas, anunciaron las autoridades libanesas.
El Estado hebreo bombardeó también el suburbio sur de la capital, bastión de Hezbolá, tras llamar a los habitantes a evacuar la zona. En el este del país, cuatro personas murieron en otro ataque israelí, incluyendo el alcalde del pueblo de Sohmor, informó la agencia oficial de noticias libanesa ANI.
Israel afirma que busca neutralizar a Hezbolá en las regiones cercanas a su frontera y permitir el regreso al norte del país de unos 60.000 desplazados desde hace un año por el lanzamiento de cohetes del movimiento islamista.
Al menos 1.418 personas han muerto en Líbano desde el inicio de los bombardeos israelíes contra Hezbolá el 23 de septiembre, según un recuento de AFP basado en datos oficiales. La ONU contabiliza alrededor de 700.000 personas desplazadas en el país.
La guerra no da tregua pese a la presencia en el sur de Líbano de la Finul, la misión de paz de Naciones Unidas creada en 1978 para ese país.
El jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, sugirió el sábado reforzar la misión de la ONU, aunque matizó que esto "requeriría una decisión del Consejo de Seguridad" de la ONU.
"La posibilidad de una guerra en la región es siempre seria, y nadie salvo el régimen sionista quiere que eso ocurra", afirmó el jefe de la diplomacia iraní, Abas Araghchi, durante una visita a Estambul.
"Queremos reducir las tensiones, pero como dijimos en varias ocasiones, estamos preparados para cualquier escenario y cualquier situación", prosiguió, añadiendo que la región se ha convertido en un "polvorín".
Irán disparó alrededor de 200 misiles contra Israel el 1 de octubre, en venganza por los asesinatos de un general iraní, así como del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en julio en Teherán, y del jefe del Hezbolá libanés, Hasán Nasralá, en Beirut el mes pasado.
El sucesor de Haniyeh, Yahya Sinwar, murió el miércoles en una operación israelí en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza. El dirigente era considerado por Israel como el artífice del ataque del 7 de octubre de 2023.
Netanyahu afirmó el viernes que la muerte de Sinwar marcaba "el principio del fin" de la guerra en Gaza y varios líderes extranjeros compartieron la esperanza de que abriera la vía a un alto el fuego.
Según varios analistas, sin embargo, la muerte del líder de Hamás desorganizó aún más al movimiento, que ahora estaría disperso en pequeñas células, lo cual podría complicar las futuras negociaciones.
"La guerra no ha parado y las matanzas continúan sin cesar", lamentó un habitante de Gaza, Jemaa Abu Mendi, de 21 años.