Millones de personas en el sureste de Asia siguen sufriendo este jueves las consecuencias del paso del tifón Yagi, que dejó más de 200 muertos, provocó enormes inundaciones y ocasionó cuantiosos daños materiales.
En Vietnam, el país más afectado por las inundaciones y los desprendimientos de tierra causados por el ciclón, el balance de víctimas continuó en aumento hasta los 197 fallecidos.
En Birmania, los servicios de socorro anunciaron el jueves el hallazgo de 17 cuerpos en pueblos inundados en la región de Mandalay, en el norte del país, donde decenas de miles de personas tuvieron que evacuar sus hogares. Tailandia por su parte reportó nueve decesos.
Yagi azotó Vietnam el pasado fin de semana, con lluvias que inundaron gran parte del norte del país. Posteriormente se dirigió a Laos, Tailandia y Birmania, causando corrimientos de tierra mortales y desbordamientos de ríos.
Según Unicef, el tifón dejó daños en más de 140.000 viviendas en 26 provincias del país.
En un distrito duramente golpeado en las afueras de Hanói, la capital de Vietnam, más de 15.000 personas resultaron afectadas por las crecidas.
Además, de las 197 personas muertas, 128 continúan desaparecidas y más de 250.000 hectáreas de cultivos quedaron destruidas, afirmaron los encargados de emergencias del Ministerio de Agricultura en un informe
El tifón también castigó el sector ganadero, con 1,5 millones de pollos y patos muertos, además de 2.500 cerdos, búfalos y vacas, según las autoridades.
La tormenta derrumbó puentes, arrancó techos de las casas y dañó fábricas tras tocar tierra el sábado con vientos de unos 149 km/h.
Desde entonces, el norte de Vietnam lidia con graves inundaciones que obligaron a evacuar a miles de personas y dejaron sin luz a numerosos hogares.
En la provincia montañosa de Lao Cai, en el norte, un corrimiento de tierra arrasó con una aldea de 37 casas, matando al menos a 42 personas. 53 siguen desaparecidas.
Yagi se ha convertido en el tifón más potente en golpear el norte de Vietnam en 30 años, según los meteorólogos.
En Tailandia, el número de muertos aumentó a nueve, seis de ellos en corrimientos de tierra en la provincia de Chiang Mai, según el departamento de gestión de catástrofes.
Todos los vuelos fueron suspendidos en el aeropuerto de Chiang Rai, a unos 145 km al noreste de Chiang Mai, según las autoridades de aviación.
Más al norte, el distrito de Mae Sai, en la frontera con Birmania, está sufriendo las peores inundaciones de los últimos 80 años, según el Ministerio del Interior.
El ejército tailandés fue desplegado para ayudar a las víctimas.
Templos budistas y hoteles acogieron a cerca de 1.000 personas que tuvieron que evacuar sus hogares, según el gobierno.
En Birmania, las peores inundaciones se registraron en los alrededores de Naipyidó, la nueva capital, y la ciudad de Taungu también está amenazada por las crecidas.
Las conexiones ferroviarias entre Rangún y Mandalay fueron suspendidas debido a las inundaciones, según el periódico estatal Global New Light of Myanmar.
La Junta instaló unos cincuenta campos para alojar a decenas de miles de siniestrados, indicó a la AFP Lay Shwe Zin Oo, director del Ministerio de Relaciones Exterioes, Ayuda y Reinstalación.
Antes de golpear Vietnam, el tifón Yagi cruzó el sur de China y Filipinas la semana pasada, matando al menos a 24 personas y docenas más desaparecidas y heridas.
Según un estudio publicado en julio, los tifones de la región se forman ahora más cerca de la costa, se intensifican más rápidamente y permanecen más tiempo sobre tierra firme como consecuencia del cambio climático.