Perder el empleo puede ser una experiencia desalentadora. Además, genera incertidumbre económica y estrés emocional. En Sudamérica, donde las tasas de desempleo y la informalidad laboral son elevadas, la situación se complica aún más. Para mitigar estos desafíos, algunos países de la región han implementado subsidios de desempleo para proporcionar una red de seguridad que ofrece apoyo financiero temporal a los trabajadores desempleados.
En diálogo con la BBC, Truman Packard, economista líder en Protección Social y Trabajo para América Latina del Banco Mundial, declaró: “La mayoría de los países latinoamericanos deberían ser capaces de ofrecer un seguro de desempleo… La indemnización es un mecanismo rudimentario para manejar el riesgo de perder el trabajo. Es mejor tener un seguro o subsidio al desempleo”.
Desde 1991, los trabajadores asalariados del sector privado que pierden su empleo sin causa justificada o por fuerza mayor pueden acceder a un subsidio de desempleo. Este beneficio incluye una asignación económica calculada como un porcentaje de sus últimos salarios, además de pagos por asignaciones familiares, cobertura médica y reconocimiento de la antigüedad para la jubilación.
Vigente desde 1986, este subsidio está destinado a trabajadores asalariados despedidos sin causa justificada que hayan contribuido al Seguro Social durante al menos 12 meses. La asignación se basa en el promedio del salario mensual de los tres meses anteriores al desempleo.
Activo desde 2001, los trabajadores asalariados del sector privado pueden acceder a dos modalidades de subsidio: la Cuenta Individual por Cesantía y el Fondo de Cesantía Solidario. Los beneficios incluyen un pago monetario básico, asignaciones familiares, cobertura médica y reconocimiento de la antigüedad para la jubilación, calculados como un porcentaje de los últimos salarios.
En vigor desde 2013, este subsidio está dirigido a trabajadores que han contribuido a la Caja de Compensación Familiar durante 1-2 años en los últimos tres años. Los beneficios incluyen contribuciones a los sistemas de salud y pensiones (basados en un salario mínimo mensual), un bono de alimentación, acceso al subsidio familiar vigente y asistencia en la búsqueda de empleo.
Vigente desde 2016, los trabajadores despedidos que hayan contribuido al Seguro Social durante al menos 24 meses y que estén desempleados por 60 días pueden acceder a este subsidio. El beneficio consiste en una asignación básica que varía mensualmente y se calcula como un porcentaje de los últimos salarios, con montos decrecientes.
Desde 1991, los empleados del sector privado que pierden su trabajo o son suspendidos pueden acceder a un subsidio de desempleo. Este beneficio ofrece una asignación básica mensual, calculada como un porcentaje del salario promedio de los seis meses previos al desempleo, con porcentajes que disminuyen cada mes.
El subsidio al desempleo ofrece múltiples beneficios, tanto a nivel individual como social:
Hay 6 países en Sudamérica que dan subsidio al desempleo. Foto: Crónica Jalisco
El funcionamiento del subsidio de desempleo cambian dependiendo el país. No obstante, algunos elementos comunes incluyen: