El tercer país con mayor población de habla inglesa en el continente americano se ubica en la región central y solo es superado por Estados Unidos y Canadá. Aunque el inglés es el idioma predominante, el dialecto criollo patois también es ampliamente utilizado por sus habitantes.
Esta prevalencia se debe a su historia como colonia británica durante varios siglos. A pesar de obtener su independencia en 1962, actualmente sigue siendo miembro de la Mancomunidad de Naciones (Commonwealth).
Se trata de Jamaica, una isla ubicada en el mar Caribe cuya capital es Kingston. Este país centroamericano se destaca por su bebida nacional, el ron, y las diversas preparaciones que resultan en algunos de los brebajes más exóticos de la región. Entre los cócteles más populares se encuentran el clásico ponche de ron jamaicano, el dirty banana, el Bob Marley, el zombi de Jamaica, el bobsleigh jamaicano, el cóctel de oruga jamaicano, la mula de Moscú y el cóctel old jamaican, entre otros.
La población en Jamaica es de aproximadamente 2,8 millones de personas. Foto: Freepik
En Jamaica, el ron se ha consolidado como la bebida alcohólica predilecta, ya que el azúcar de caña es su principal producto de exportación. Los habitantes de la isla disfrutan experimentando y creando nuevas bebidas a base de ron. Por esta razón, no es sorprendente que los visitantes encuentren una amplia variedad de cócteles potentes enriquecidos con esta bebida alcohólica.
Al abordar los inicios del ron y su creación, es imprescindible mencionar a Bryan Higgins (1741-1818), doctor en física por la Universidad de Leiden. Este irlandés realizó investigaciones sobre diversos tipos de aire, un tipo de cemento y, finalmente, el azúcar. Este último trabajo lo llevó a Jamaica, donde laboró desde 1741 hasta 1799, periodo en el cual experimentó hasta lograr la elaboración del preciado ron jamaicano.
La historia del ron jamaicano se remonta a los tiempos de la colonización europea. Foto: iStock
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El Rastafari es un movimiento político y religioso que surgió en la década de 1930 en los barrios marginales de Kingston, la capital de Jamaica, como una respuesta a la desesperanza y frustración de los sectores populares negros en la sociedad del país.
Este movimiento ofrece una interpretación afrocentrista de la Biblia, otorgando un gran protagonismo a Etiopía y Egipto como civilizaciones ancestrales que debían ser reivindicadas. Esto se debe a que la representación del negro se había distorsionado, presentándolo como un ser "no pensante y salvaje".
En sus orígenes, el movimiento se inspiró en las ideas religiosas del líder negro Marcus Garvey, quien abogó por el retorno de los descendientes de esclavos traídos a la fuerza desde África a las Antillas y por la reconstitución del orgullo y la conciencia racial negra en las décadas de 1920 y 1930. La influencia de Garvey se extendió a los movimientos nacionalistas negros en Estados Unidos y al surgimiento del Black Power en el Caribe.
A medida que pasaban los años, la producción de ron en Jamaica comenzó a refinarse. Foto: Freepik
Los colonizadores que llegaron a Jamaica provenían de Inglaterra, Escocia e Irlanda, y cada grupo aportó sus particularidades lingüísticas al desarrollo del inglés estándar en la isla. Además, los colonizadores europeos importaron esclavos de diversas tribus africanas, asegurándose de que existieran diferencias lingüísticas entre ellos como estrategia para prevenir rebeliones.
Para 1730, los esclavos representaban el 90% de la población total de la isla. La necesidad de comunicación entre los colonizadores de habla inglesa y los esclavos llevó al surgimiento del patois jamaicano, una lengua que en la actualidad coexiste en la isla junto con el inglés.