En una muestra impresionante de resistencia, Roy Sullivan, un guardabosques del Parque Nacional Shenandoah en Virginia, Estados Unidos, se convirtió en el protagonista de una de las historias más asombrosas jamás registradas. Entre 1942 y 1977, Sullivan sobrevivió a siete impactos directos de rayos, un fenómeno tan extraordinario que le valió un lugar en el 'Libro Guinness de los récords'.
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La vida de Sullivan se vio marcada por estos eventos sobrenaturales, pero nunca permitió que el miedo dictara sus pasos. Amante de la naturaleza y dedicado a su trabajo en el Parque George Washington, enfrentó cada uno de estos episodios con una mezcla de asombro, resiliencia y un ligero toque de humor. Su historia es un testimonio de supervivencia y además un relato sobre la pasión por la vida, incluso frente a los desafíos más improbables.
La supervivencia de este hombre se atribuye más a un increíble golpe de suerte y a la rápida respuesta médica en situaciones de emergencia. Cada vez que un rayo lo impactaba, Sullivan recibía atención médica inmediata, lo cual fue crucial para tratar las quemaduras y otras lesiones relacionadas. Además, su conocimiento del terreno y las condiciones meteorológicas, adquirido a través de años de experiencia como guardabosques, pudo haber jugado un papel en su notable capacidad para sobrevivir.
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El caso de Sullivan captó la atención mundial y, en 1983, su nombre fue escrito en el 'Libro Guinness de los récords' por ser la persona que sobrevivió al mayor número de impactos de rayos. Esta inclusión reconoció la singularidad de su experiencia y además destacó la extraordinaria naturaleza de su historia.
Roy Sullivan tiene en su haber el Récord Guinness por resistir la mayor cantidad de golpes directos de rayos. Foto: Captura/Facebook/Guinness Word Récords
Según el medio Clarín, en 1942, mientras trabajaba en el Parque Shenandoah, Sullivan fue golpeado por un rayo por primera vez. Este hecho marcó el inicio de una serie de eventos sin precedentes, dijo en una entrevista con The Washington Post.
Además, en 1969, durante su labor en una torre de vigilancia contra incendios próxima al Parque Shenandoah, Sullivan fue alcanzado nuevamente por un rayo, el cual le provocó heridas superficiales en el torso y abdomen.
En 1970, Sullivan experimentó otro impacto de rayo, en esta ocasión dentro de su camión, y resultó con lesiones menores en su cuerpo.
En 1972, estando de pie en su despacho dentro del Parque Shenandoah, Sullivan recibió el impacto de un rayo en su hombro derecho, lo cual le causó una quemadura.
En 1973, Sullivan enfrentó su quinto golpe directo de un rayo, que le ocasionó heridas en el tobillo, la pierna y el pecho.
En 1976 le cayó el sexto rayo y sorprendió por su capacidad de sobrevivir a tales eventos.
El impacto final tuvo lugar en 1977, cuando Sullivan fue alcanzado por un rayo al estar pescando en un río cercano al Parque Shenandoah. Aunque recibió una lesión en la parte superior del cuerpo, consiguió manejar hasta un hospital y sobrevivió.
En una entrevista que tuvo con The Washington Post, Sullivan expresó en sus términos: "Nunca he sido un amante de la fama. Solo quiero seguir haciendo mi trabajo y ser alguien a quien todo el mundo pueda mirar y decir 'este tipo estaba realmente haciendo algo'".
Lamentablemente, la narrativa de su vida no concluyó de manera positiva. En setiembre de 1983, Roy Sullivan falleció a la edad de 71 años, a causa de un disparo que él mismo se propinó en la cabeza, tras padecer una profunda depresión.