El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, dijo este martes que decidió que se investigue si algunos gobernadores “exageraron” el número de muertes por coronavirus en el país, a fin de obtener más recursos del Gobierno federal.
El mandatario ya había declarado este lunes que, según un informe del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU), entidad que fiscaliza el gasto público, el número de fallecidos por la COVID-19, que según cifras oficiales llega casi a 475.000, habría sido “inflado” por algunos gobernadores para beneficiarse, ya que en realidad la cantidad sería “un 50% menos”.
Sin embargo, el TCU aclaró que no se había pronunciado sobre eso, frente a lo que Bolsonaro afirmó que, aun siendo así, “esa práctica pudiera haber ocurrido”, por lo que determinó que la Abogacía General de la Unión (AGU), que representa al Estado, “investigue” si efectivamente fue así.
El mandatario, que lidera una negacionista ultraderecha, dijo que “en las redes sociales” se vieron “muchos” mensajes de personas que habían “perdido familiares” y denunciaban que los médicos atribuían esas muertes al coronavirus, cuando en realidad la causa del deceso era otra.
Con relación al supuesto informe del TCU, Bolsonaro reconoció que su información no era correcta: ”Me equivoqué”, admitió, aunque citó otros pronunciamientos de ese organismo en los que se alertaba sobre la posibilidad de que los números de muertos por la COVID-19 fueran “exagerados” en forma fraudulenta.
Bolsonaro se mostró convencido de que “esa práctica indeseable pudo haber ocurrido” y dijo que por esa razón determinó que la AGU investigue unos “indicios fortísimos” que, en su opinión, “existen” en ese sentido.