La céntrica plaza del Zócalo de Ciudad de México amaneció este lunes 8 de marzo con la seguridad reforzada y algunos accesos cerrados durante las horas previas a la manifestación por el Día Internacional de la Mujer.
A pesar de las restricciones, algunas mujeres llegaron a la plaza para depositar flores y ofrendas en el muro metálico que rodea el Palacio Nacional, edificio que alberga el despacho y la residencia del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La valla, instalada el viernes 5 de marzo y criticada por el movimiento feminista como un símbolo de represión, se convirtió durante el fin de semana en un gigante homenaje a las víctimas de feminicidios con pintadas y flores.
En su conferencia de prensa matutina de este lunes, López Obrador justificó la instalación del muro señalando que se colocaron para evitar las pintadas que hicieron las manifestantes en 2020 en la puerta del Palacio.
“Somos distintos a los conservadores que ahora se disfrazan de feministas y se molestan porque se puso una valla para evitar la violencia, para que no haya actos de violencia”, expresó el mandatario.
Además, el presidente volvió a señalar sin pruebas que la derecha está detrás de las manifestaciones feministas “para lanzarse contra el Gobierno”.
México, país en donde asesinan a 10 mujeres al día, llegó a este 8 de marzo en plena polémica por la designación de Félix Salgado Macedonio, un veterano político acusado de violación por varias mujeres, como candidato a gobernador de Guerrero con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador.