La primera ministra de Nueva Zelanda comprobó en carne propia lo estricto de sus normativas para la lucha contra la COVID-19. Jacinda Ardern fue impedida de ingresar a un restaurante con su pareja, a pesar de ser una de las líderes políticas más elogiadas en el mundo.
Según informó la agencia Reuters, Ardern y su compañero Clarke Gayford pretendían ingresar a una cafetería de Wellington, pero fueron rechazados porque el aforo ya estaba completo, respetando las estrictas reglas de distancia física entre personas.
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Un usuario de redes sociales publicó en su cuenta de Twitter que la primera ministra había sido rechazada del local, a lo que Gayford respondió al tuit, admitiendo: “Tengo que asumir la responsabilidad de esto, no me organicé y no reservé en ningún lado”.
Sin embargo, cuando ya se marchaban un empleado corrió tras ellos para informarles que una mesa había quedado libre, y la pareja regresó. “El camarero fue muy amable por perseguirnos cuando se quedó libre una mesa. Servicio A +”, añadió Clarke Gayford.
El pasado martes, Ardern había decretado una relajación de las normas contra la pandemia, consideradas como unas de las más estrictas del mundo, y permitió la apertura de cines, cafés y comercios.
La política ha sido elogiada por la respuesta de su país a la pandemia. Hasta el domingo, Nueva Zelanda tiene 1.149 casos confirmados de coronavirus, 350 casos probables y 21 muertes. Ardern anunció a fines del mes pasado que el virus había sido “eliminado” en su país después de casi cinco semanas de estrictas medidas de bloqueo.