Recep Tayyip Erdoğan no cede ni un milímetro en sus intereses de seguir avanzando en territorio sirio. El ejército turco continúa con su propósito de hacer retroceder a la comunidad kurda instaurada al noreste de Siria, pero a su paso ha provocado decenas de muertes tras las conquistas de ciudades.
Y es que tras la llega de las tropas turcas, el último miércoles al territorio dominado por los kurdos, el caos y la violencia ha vuelto imperar en una zona que ya estuvo sometida por el grupo terrorista Estado Islámico y que gracias a las fuerzas kurdas se pudo recuperar.
Sin embargo, la idea del presidente de Turquía Recep Tayyip Erdoğan, de eliminar a las Unidades de Protección Popular (YPG) por considerarla una organización “terrorista” y arrebatarle el enclave kurdo en zona siria, ha desatado enfrentamientos entre ambos bandos y cobrado la vida de civiles.
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Asimismo, tras la retirada de las tropas estadounidense del norte de Siria a pedido del presidente Donald Trump, la administración kurda a solicitado ayuda a Damasco para frenar el avance de las fuerzas turcas.
“Para prevenir y enfrentar la agresión turca e impedir que prosiga, hemos llegado a un acuerdo con el gobierno sirio para que el ejército se despliegue a lo largo de la frontera”, señala el comunicado.
Finalmente, tras cinco días de la llegada de los militares turcos a la frontera siria, cerca de 60 civiles y 104 soldados kurdos han perdido la vida por los enfrentamientos, esto según un reporte del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).