Antonio Vílchez Zapateador y bailarín peruanoHa representado al Perú en diversos festivales y ferias internacionales en Chile, Francia, Grecia, Alemania, España, México, Costa Rica, Venezuela y EEUU.,La fotografía que usted ve es solo un vistazo del sabor que impregnó Antonio Vílchez con su zapateo en una casona de Lima. Tiene carisma. Ritmo serpentino. Desafía con los pies cualquier expresión artística que se le pone enfrente. Su calidad humana es igual de genuina que los golpes y saltos que da sobre su compañera de viaje: su tabla.Con tantas expresiones artísticas diversas ¿por qué el zapateo?Fue a través de mi acercamiento a la danza. A los dieciséis empiezo a tener contacto con otro tipo que es el caso de la afroperuana. Conozco a mis maestros, Aldo Borja y al grupo de teatro Milenio de Lucho Sandoval y empiezo a volverme loco con ese ritmo.Digamos que la danza fue el punto de quiebre que te llevó ahí.¡Exacto! Empecé a fastidiar a los maestros, les preguntaba cómo hacían un pasito, el otro. Pero no solo me atrajo el zapateo, sino lo que venía alrededor de él: el cajón, la cajita, la historia de la cultura afroperuana, las danzas, la décima...¡Nicomedes Santa Cruz!A través de Nicomedes conecto de una manera más profunda con la historia de la cultura afroperuana.¿Cuán difícil es abrirse camino en un arte como este?No siento que me haya costado mucho.¿Por qué?Para zapatear no tenía que esforzarme mucho, sino fluir. Practicar, investigar, ver referencias, compartir con otros músicos. El camino se abre de acuerdo al esfuerzo que pones.¿Qué es lo que más te agrada de tu arte?La historia del zapateador.¿Su rol es vital en la historia de la cultura afroperuana?El zapateador cumple un rol importante ya que él nos ha dado una información de ritmo, danza, teatralidad, pero que siempre ha estado en un lugar no tan protagónico, siendo realmente el que da la pauta para las rítmicas puestas en el cajón, la guitarra y otros instrumentos.¿De dónde más mamaste esto? ¿Viene también de familia?Cuando me dices esto de "mamar" me recuerdas a Victoria Santa Cruz. Ella utilizaba esa frase. No vengo de una tradición de zapateo como en El Carmen con la familia Ballumbrosio, pero en mi casa siempre ha habido música gracias a mi papá.¿Qué hacía?Mi padre tocaba guitarra: valses, marineras, tonderos, que tienen de afro. Ya luego de una manera más consciente me empapé de esa tradición.Al oír zapateo pienso en tap y en Fred Astaire y Gene Kelly. Sospecho que no son los únicos...¡Existen muchos más! El tap tiene raíz africana e irlandesa y he conectado mucho con ese estilo. Me gusta ver zapateo de todos los países: malambo (Argentina), el son jarocho (México), flamenco (España), el mismo zapateo irlandés. Por eso en mi mochila, además de llevar mis zapatos criollos, de suela de madera, llevo los de tap, de suela de metal. Y lo mejor es que los incorporo a la música afroperuana.❧