Mesa redonda. La República convocó a funcionarios del Gobierno Regional, autoridades de Caylloma y especialistas para debatir el futuro del megaproyecto. La discusión en su mayor parte fue la disyuntiva de a quién finalmente beneficiará la irrigación de 38 mil 500 hectáreas que se plantea serán para la exportación. Las compensaciones a los comuneros de Pusa Pusa también fue otro punto de diálogo en este evento. , De Majes Siguas II se dice que se podría convertir en la punta de lanza del desarrollo agroindustrial de la región sur. Las exportaciones se multiplicarían por ocho. Además el impacto económico repercutiría en el social. Más de 40 mil empleos directos y 150 mil en comercio e industria son los cálculos. ¿Pero de qué depende el éxito de hacer emerger un oasis de cultivo en 38 mil 500 hectáreas? ¿A qué costo social se tiene que inundar, con agua del río Apurímac, 52 parcelas de terrenos en la parte alta de Caylloma? El proyecto a lo largo de su concepción (hace más de 40 años) tuvo que sobreponerse a una seguidilla de baches. Desde acciones judiciales de regiones vecinas, hasta demoras para actualizar su precio final. Desde que el expresidente Ollanta Humala puso la primera piedra, tuvo que pasar un año para que los trabajos iniciaran. PUEDES VER: Majes II arranca en agosto Hoy en plena ejecución, le sale al encuentro una serie de cuestionamientos. Los pobladores de la provincia de Caylloma critican que no se beneficiarán con la megaobra de 550 millones de dólares. Dicen que el proyecto es excluyente. Advierten que no se pensó en los comuneros que se verán afectados por la construcción de la represa Angostura, la fuente primordial de agua de Majes II. Afirman que tampoco hay estudios que contemplen los impactos que generarán las obras. Llegaron a un paro y por sus demandas, se instalaron mesas de diálogo en los distritos de esta provincia que son monitoreadas por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Para dar luces a la problemática de Majes Siguas II, que está a menos de dos meses de arrancar sus obras mayores, La República organizó la mesa redonda “Situación del proyecto agroindustrial Majes Siguas II y los desafíos que enfrenta”. Participaron el congresista Horacio Zeballos, el asesor del Gobierno Regional de Arequipa (GRA), Juan Carlos Agramonte, el gerente de la Autoridad Autónoma de Majes (Autodema), Fernando Vargas Melgar, los alcaldes de la provincia y del distrito de Caylloma, Rómulo Tinta y Mario Mena, respectivamente, además del sociólogo Alipio Montes. El debate en la mayoría de momentos se centró en los futuros propietarios de toda esa extensión en Pampa Siguas que en la actualidad es infértil. Se ofertará 200 hectáreas (ha) en cada módulo. La intención es evitar el minifundio como ocurrió en Majes I. En la primera etapa del proyecto se vendieron las tierras a precio de regalo y 5 hectáreas por módulo. Pero, ¿vender bloques de 200 hectáreas no alentaría que solo unos cuántos sean los dueños? El parlamentario Horacio Zeballos fue el primero en cuestionar este enfoque del proyecto. Mencionó que el precio sería impagable por parte de los medianos y los pequeños empresarios. Calificó este hecho como un entrampamiento. Pidió al GRA que ese tema se discuta y negocie, sin afectar la infraestructura de pagos para buscar el modelo que mejore estas condiciones y todos tengan acceso a los terrenos. Para el asesor del GRA, Juan Carlos Agramonte, lo primero que se tiene que destacar es que Majes II está en plena ejecución. Argumentó que la incorporación de las 38 mil 500 hectáreas va a cambiar la vocación productiva regional y que se ha solicitado a ProInversión que de ser necesario se puedan tener módulos diferenciados. “Entonces es una posibilidad de que sean superiores o inferiores a 200 hectáreas, así podremos trabajar modelos asociativos para que todas las personas puedan incorporarse y formar parte de este proyecto". La venta de terrenos es trascendental para el proyecto, al igual que la del agua. Con los ingresos que generen ambos rubros se pretende recuperar todo lo invertido. Con el pago de las tierras, la Región pretende cancelar el préstamo de la Cooperación Andina de Fomento (CAF). Este organismo dará US$ 230 millones para solventar la primera fase de Majes II, que consta de la construcción de Angostura y el túnel de derivación desde la presa hasta el río Colca. El papel de la región En la mesa, el sociólogo de Centro de Estudios para el Desarrollo Regional (Ceder), Alipio Montes, intervino diciendo que la Región tiene la capacidad para discutir o negociar con ProInversión para que se modifique las reglas de juego para la subasta de las hectáreas. Indicó que siempre se parte de los mitos, que los proyectos irrigacionales solo tienen que ser rentables económicamente y que la sierra no necesita de estas aguas. “No estoy diciendo que no se haga Majes II, lo que digo es que en la sierra, en la medida que se está sacando el recurso hídrico de la zona y están construyendo las infraestructuras, se generan daños. Allí debe revertirse esa situación”. Rómulo Tinta refirió que lo que pide la población de Caylloma es siquiera el 30% de la totalidad de hectáreas. Aseveró que de ir a subasta jamás un poblador arequipeño, ni un cayllomino tendría la posibilidad de adquirirlas. “Queremos que esta segunda etapa realmente no sea como la primera, donde parcelas que fueron destinadas para cada distrito, finalmente se las dieron a personas que no eran de Caylloma”, relató. Mientras que el burgomaestre del distrito de Caylloma, Mario Mena, preguntó ¿cómo se van a reemplazar las actividades productivas de las partes altas? Aseguró que la Región hasta ahora no ha hablado de ejecutar proyectos productivos acordes a la zona. Coincidió con Tinta de separar terrenos en Pampas Siguas para que los distritos de zona de influencia se vean necesitados. PARCELAS DE PUSA PUSA Otro punto de discusión fue la compensación a los comuneros de Pusa Pusa. Son 52 parcelas que se tiene que adquirir en este anexo para la represa de Angostura. Todo este terreno será inundado por las aguas del río Apurímac, para luego ser evacuadas por un túnel para que se unan al río Colca. Hasta el momento Autodema adquirió 38 hectáreas. Pagó por cada una entre mil a 3 mil soles, según la tasación del Ministerio de Vivienda. Sin embargo, ¿es suficiente el pago por las tierras para las familias? Tinta cree que no. Puso como ejemplo que por las compras de tierras para el proyecto del aeropuerto de Chinchero, el Estado cedió y pagó 10 hasta 20 dólares por metro cuadrado. ¿Por qué no se puede hacer lo mismo aquí?, preguntó. En opinión del legislador Zeballos sí existen mecanismos para pagar precios justos. Aseveró que a los comuneros de Pusa Pusa se les ha pagado menos de 50 centavos el metro cuadrado y tierra altamente productiva, cuando se pudo dar más como en Chichero. Destacó que se están cambiando tierras altamente productivas y ricas para ser inundadas. Agramonte sostuvo que para compensar aún más a estos pobladores se dispuso la reserva de 506 hectáreas de terreno agrícola en el asentamiento PB3 de la Pampa Baja en el distrito de Majes. Para el congresista Zeballos, la iniciativa es un parche al proyecto. El asesor le respondió que no es así y que se está analizando cómo se llevará el agua a estas nuevas tierras en el marco de este proyecto de inversión pública. “Los pobladores de Pusa Pusa que formaron una asociación estuvieron en el GRA y ya los están capacitando para convertirlos de ganaderos a agricultores costeños”, mencionó. Pero estas áreas no serán gratis, los comuneros tendrán que comprarlas. Por ello, el burgomaestre de Caylloma pidió que se les venda a un precio social. Refirió que si costara 5 mil dólares, se debe bajar a mil dólares. “Muchos dicen que los comuneros recibieron S/ 500 mil o S/ 900 mil, pero cada jefe de familia tiene diez o doce hijos. Realmente ellos no tendrían el suficiente capital para producirlas y se quedarían sin nada”. El gerente de Autodema, Fernando Vargas, indicó que este proyecto está en el sistema nacional de inversión pública, los comuneros tendrían que comprar los predios. “Nos han vendido sus parcelas y se les venderá las de Pampa Baja, a un precio tasado en las mismas condiciones”, refirió. Vargas acotó que se debe tener en cuenta que se invertirá en infraestructura para que llegue el agua a la cabecera de estas parcelas.