¡Hasta cuándo! Solo en una semana, tres mujeres murieron y dos quedaron gravemente heridas. Una fue rociada de gasolina y pereció por las quemaduras. Lo mismo pasó con su compañera en Tarapoto y otra fue asesinada en Surco. Solo entre enero y abril se han registrado 35 feminicidios y 83 tentativas en el Perú. ,Feminicidios de este año podrían superar en cifras a los del 2016,Feminicidios de este año podrían superar en cifras a los del 2016,Toda esta última ola de violencia, con tres mujeres muertas y dos gravemente heridas, comenzó hace exactamente siete días. El jueves 25 de mayo, un edificio en el distrito de Surco amanecía con el cuerpo sin vida de Emily Monja Pacheco, de 27 años, madre soltera, joven estudiante de derecho que fue asesinada en su intento por evitar ser víctima de violación. Su asesino: José María Málaga Morla, conserje del predio que se suponía debía velar por la seguridad de los inquilinos. Su confesión fue la siguiente: “Me pidió por su vida, pero yo me sentí tan extasiado, o sea un placer interno, que no podía detenerme”. PUEDES VER Chincha: sicarios acribillan a una madre de familia en la puerta de su vivienda Al día siguiente, en Arequipa, Rolando Saavedra Pari aprovechó que su pareja, Fabiana Mamani Apaza, de 38 años, se encontraba durmiendo para atacarla con un taladro en los ojos. “Habían discutido desde temprano y a las 10 u 11 de la noche ella fue a dormir. De pronto, sintió como estrellas, porque la estaba perforando y pidió auxilio”, dijo un familiar de la víctima. El diagnóstico de Fabiana: peligro de ceguera. Esa misma noche del viernes 26, en Huánuco, la joven modelo Carolay Gobia Jaimes, de 19 años, era golpeada y desfigurada por su pareja, Raúl Ñaupari Cudeña. Y en Ventanilla, Vanessa Chapoñán era cortada y apuñalada con una tijera por su conviviente tras una discusión. Ella ahora está internada de gravedad. Pero, sin duda, el caso más estremecedor se dio en Tarapoto (San Martín), el último lunes 29 de mayo. Marysella Pizarro Taunama, de 41 años, murió luego de que su ex pareja le rociara gasolina y prendiera fuego, cuando se encontraba trabajando en un spa. Su colega, Tirsa Cachique Inga, dueña del negocio, no soportó las quemaduras y pereció al día siguiente (ayer). Un video grabado por una cámara de seguridad registró al confeso asesino, Fernando Ruiz del Águila, salir del predio en medio de la explosión con la ropa deshecha, en algunas partes pegada al cuerpo. Él estaba en estado de shock. Hoy el victimario se encuentra internado, bajo vigilancia policial y a la espera que se le dicte 9 meses de prisión preventiva, tal y como solicitó el Ministerio Público. Cifras en aumento Lamentablemente, todas las mujeres antes mencionadas sumarán un número más en la lista de 35 feminicidios y 83 tentativas que se han perpetrado en nuestro país entre enero y abril del presente año. Estos números, en comparación con los obtenidos el pasado 2016 durante las mismas fechas, no son alentadores. Existe un aumento de 13% en cuanto a la suma total de feminicidios y tentativas. Un análisis más profundo muestra que Lima Metropolitana es la región con más índice de violencia contra la mujer. Durante las fechas indicadas se han registrado 10 feminicidios y 17 tentativas. Le sigue Áncash, con 4 asesinatos y 6 intentos. Esta última causa preocupación: en solo cuatro meses están a punto de superar los índices del año pasado: 5 feminicidios y 10 tentativas. Casi lo mismo ocurre en la región Arequipa. Por el momento, dos casos de feminicidios se han registrado en la Ciudad Blanca y 11 tentativas han sido denunciadas. Entre enero y diciembre del 2012 hubo 6 y 17, respectivamente. Se pronuncian Debido a los continuos casos de violencia que se han visto durante la semana, el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) se pronunció hacia la población para invocar a “no tolerar ni ser permisivos con la violencia de género” y rechazó, además, que algunas instancias públicas hayan negado apoyo hacia quienes fueron víctimas. “Todos y todas tenemos un rol que cumplir en la lucha contra la violencia hacia la mujer y hay estudios que detallan que uno de los factores que contribuyen a esta situación es la permisibilidad, la tolerancia, la aceptación, la naturalización, el creer que es normal que uno maltrate a otro”, afirmó la ministra Ana María Romero-Lozada. Ella mostró preocupación por aquellas mujeres que recibieron ayuda luego de ser agredidas y, pese a ello, volvieron con sus victimarios. “No es posible que pese a la agresión y recomendaciones, regresen a un ambiente hostil. No se puede dar tregua y luego terminar en un cajón”, finalizó la funcionaria.