Piden ayuda. Las lluvias intensas han cesado, pero al interior de las viviendas la situación de los damnificados es dramática. Algunas familias han estado aisladas durante el fin de semana. La población pide agua, medicinas, víveres y barricadas.,El drama continúa para los afectados por huaicos en Santa Eulalia,El drama continúa para los afectados por huaicos en Santa Eulalia,A diez minutos del centro de Santa Eulalia, en el sector de Parca Baja, Isaác Mayta y su esposa Felicia, dos adultos mayores afectados por los huaicos desatados a causa de las fuertes lluvias, tratan de limpiar lo poco que pudieron rescatar el lunes de entre el lodo y las piedras. PUEDES VER: Santa Eulalia: pobladores afectados por el huaico esperan recibir apoyo de las autoridades | VIDEOS La quebrada Casa Vieja, ubicada a la espalda de su vivienda de adobe, se activó el último domingo y el lodo ingresó derribando una de las paredes del rústico predio; rompió una de las puertas y siguió su curso hacia el corral, tras inundarlo todo. "Hemos estado aislados durante todo el fin de semana. No tenemos qué beber, estamos juntando agua del río y colándola para poderla usar", señala el anciano. Doña Felicia, por su parte, nos deja ver cómo el agua ha destruido las partidas de nacimiento de sus hijas, así como los documentos del Seguro Integral de Salud de su nieta, entre otros papeles importantes. Esta familia es solo una de las tantas afectadas en esta zona de Santa Eulalia desde que el último domingo se activaran las quebradas y desataran los huaicos. Según información de los técnicos de la comuna del distrito, es posible que en Parca Alta existan más familias afectadas que aún no han sido atendidas. Más daños Al otro lado de Parca Baja, Francisco Delgado muestra cómo ha quedado su vivienda luego del paso de otro huaico, también ocurrido el domingo. "Yo estaba en Lima cuando supe que aquí estaba lloviendo; cuando llegué ya todo estaba inundado. Necesito calaminas para poder reparar el techo porque es seguro que volverá a llover fuerte", dice preocupado. La vivienda de don Francisco fue una de las primeras en soportar el huaico que descendió de la quebrada Acopaya Alto, siguió su curso y terminó perjudicando seriamente al recreo campestre "Olla de Barro", en Santa Eulalia. "Este negocio se iba a inaugurar en febrero, pero ahora todo ha quedado destruido", dice un empleado mientras con carretilla en mano lleva la arena con piedras que el huaico ha arrastrado. En Chosica Pero también en Chosica se viven dramas. En pleno centro del distrito, por ejemplo, un taller de mecánica quedó cubierto por el lodo que descendió de la quebrada Rayito de Sol, a la altura del kilómetro 36 de la Carretera Central. Y aunque los daños no se comparan con los registrados en Santa Eulalia, hay chosicanos que reclaman ayuda para levantar barricadas en previsión de las futuras lluvias. Lo mismo reclaman pobladores en Chaclacayo y Ricardo Palma. En todos estos lugares se respira polvo y la falta de agua es el principal problema. La población demanda alimentos, agua, colchones, medicinas y costales de rafia para llenar tierra o arena. Quebradas amenazan A propósito de esta situación, el Centro de Operaciones de Emergencia Nacional (COEN) advirtió ayer que existen 16 quebradas en condición de "activas" en los distritos mencionados, lo que significa un riesgo latente para la población de esa parte de Lima y Huarochirí. Los daños materiales en estos lugares ya son cuantiosos, pero los pobladores saben que se enfrentarán a riesgos mayores con el pasar de los días y la llegada de las lluvias intensas. Ante ello solo les queda estar preparados. Las cifras El municipio de Santa Eulalia informó que de manera preliminar son 465 las personas afectadas y 15 las damnificadas, mientras que las viviendas dañadas suman en total 124.