Antecedentes en rojo. Cuando Moreno trabajaba como asesor del ministro de Salud, el fujimorista Víctor Paredes fue señalado por interferir a favor de una empresa proveedora de su amigo y ex socio Jorge Hernández Salazar, cuya hija siguió ganando contratos en el Hospital Loayza y el Sector Salud hasta este año.,"Mi amistad no tiene nada que ver con los contratos. Ser amigos no es un delito", le dijo a La República Jorge Hernández Salazar, empresario y ex socio del ex asesor presidencial Carlos Moreno Chacón. Así respondió Hernández cuando este diario descubrió que su hija, Johanna Hernández Oblitas, gerenciaba dos empresas proveedoras del Sector Salud que llevaban sus iniciales: Comercializadora JHS y Grupo JHS. Ambas firmas contrataron millones de soles con el Hospital Loayza, señalado como el centro de operaciones de Carlos Moreno. PUEDES VER: Zavala dice que irá al Congreso cuando se lo cite por el caso Carlos Moreno Moreno y Loayza fundaron en 1997 la empresa Atención Médico Especializada S.A., según Registros Públicos, lo que acredita la vinculación entre los dos. La firma fue dada de baja en 2006. Como lo ha documentado La República, mientras Moreno laboraba en el Hospital Loayza, las empresas de la hija de Jorge Hernández ganaron millonarias contrataciones. supuestamente gracias a la intermediación del médico. Moreno lo ha negado. “Yo mantengo amistad con muchísimas personas, pero no le traten de dar un vínculo de negociado”, sostuvo Carlos Moreno a este diario. La investigación de La República, sin embargo, detectó otro caso de intromisión de Carlos Moreno para favorecer con contrataciones del Sector Salud a una empresa de su amigo y ex socio Jorge Henrnández. Fue en la época en la que Carlos Moreno trabajaba como asesor del ministro de Salud, Víctor Paredes Guerra (1991-1993). La acusación la formuló la subdirectora del Hospital Daniel Alcides Carrión, Nélida Huamán López, en 1993. Mediante un oficio, Huamán le hizo conocer al director del nosocomio, Carlos Joo Luck, su preocupación por la adquisición de camas hospitalarias con sobreprecio. Joo hizo caso omiso a la denuncia. El 16 de julio de 1993, Joo, Moreno y el ministro de Salud, Víctor Paredes, inauguraron el Pabellón de Quemados y Cirugía Plástica habilitado con las camas de la empresa de Jorge Hernández, amigo de Moreno. De acuerdo con un informe de investigación de la Inspectoría del Ministerio de Salud, del 7 de agosto de 1996, en el proceso de adjudicación directa la empresa de Jorge Hernández presentó su propuesta de precio unitario por cada cama por 39 mil soles. A su vez envió las proformas de otras dos compañías desde su propio telefax: Augusto Maury V, que ofrecía 42 mil 688 soles y Venpromed pedía 42 mil 686 soles. Pero la contratación la ganó la empresa Industrias Jorge Hernández S. La Inspectoría del Ministerio de Salud determinó que la factura supuestamente emitida por Augusto Maury pertenecía a la empresa Chiclayo Express; mientras que, según el gerente general de Venpromed, su empresa jamás presentó una proforma al Hospital Alcides Carrión. Es decir, el proceso de adjudicación directa era una simple simulación para beneficiar a la compañía de Jorge Hernández. Hilo conductor El médico Hernán Montes Mendieta, quien fuera asesor del ministro fujimorista Víctor Paredes, coincidentemente junto con Carlos Moreno, reiteró la denuncia contra este y Hernández en los siguientes términos: "La firma ‘Industrias Jorge Hernández S.’ era febrilmente patrocinada por el asesor ministerial Carlos Moreno Chacón y era privilegiada por el director (del Hospital Carrión) Carlos Joo Luck", indica en un documento cuya copia posee La República. El caso, durante el gobierno de Fujimori y Montesinos, como era de esperarse, fue archivado. En 2009 la historia fue similar. Como lo reveló La República, la empresa JHS (esta vez representada por Johanna Hernández Oblitas, hija de Jorge Hernández Salazar) tuvo millonarios contratos con el Ministerio de Salud y el Seguro Social de Salud, entidad donde Carlos Moreno se jactaba de tener el control. La V Dirección de Salud de Lima advirtió a la entonces directora del Hospital Arzobispo Loayza, Zarela Solís Vásquez, respecto a irregularidades en la licitación de 30 camas hospitalarias, proceso en el que Comercializadora JHS se presentó como único postor. Entonces, Carlos Moreno ya se encontraba laborando en la Unidad de Gastroenterología. “Los contratos se han hecho de manera legal y si hemos sido los únicos en participar en la licitación pública ha sido porque las demás empresas no han querido presentarse. Yo no voy a avisarle a mi competencia para ir de la manito”, arguyó Johanna Hernández deslindando la posibilidad del poder de influencia de Moreno sobre su contrato. Las treinta camas que entregó Comercializadora JHS estaban en perfecto estado, según Johanna Hernández, quien desmintió a las fuentes del Hospital Loayza. Todo consumado Por su parte, el padre de la gerente Johanna Hernández, Jorge Hernández, señaló a este diario que sigue manteniendo amistad con Carlos Moreno y que eso no es un delito. Lo extraño de este proceso de licitación fue que el Hospital Loayza pidió la misma cotización por treinta camas eléctricas para cirugía y hospitalización a otras dos empresas, además de JHS. Una de estas fábricas fue Metax Industria, que ofreció 13 mil 790 mil soles por unidad, y Endel Medic, que requirió 31 mil 800 mil soles. Mientras que Comercializadora JHS cotizó 16 mil 500 soles por cada cama. La licitación debió ser adjudicada a Metax Industria por haber presentado el menor precio pero, de manera extraña, no se presentó a la licitación, aunque dejó en claro que en el mercado había menores precios a los que planteaba Comercializadora JHS. “Usualmente las empresas que mandan sus presupuestos a los procesos de licitación participan en el concurso público. La única manera de que no lo hagan es que la entidad (Hospital Loayza) no los haya invitado a participar”, señaló el especialista en contrataciones del Estado, Carlos Morán. Comercializadora JHS registra, en noviembre del 2012, otra licitación de camas y cunas hospitalarias con el Hospital Cayetano Heredia por el monto de 2.4 millones de soles. La compra se hizo mediante la modalidad de exoneración (contrato directo). “Solo existen tres motivos para que una empresa quede exonerada del concurso público: ser los únicos en fabricar el bien, situación de emergencia o desabastecimiento. Se deben presentar los documentos para respaldar el contrato, de otra forma hay una falta por parte de la entidad”, resaltó Morán. En la página del Organismo Supervisor de las Contrataciones del Estado (OSCE), dichos documentos no aparecen. No obstante lo afirmado por Jorge Hernández Salazar y su hija Johanna Hernández Oblitas, la Contraloría, el Ministerio Público y la Procuraduría Anticorrupción revisan cada contrato ganado por las empresas del amigo del ex asesor presidencial Carlos Moreno.