Marisol Pérez Tello. Congresista del Partido Popular Cristiano., Marisol Pérez Tello responde en la siguiente entrevista cuáles son sus impresiones frente a la segunda vuelta. En su opinión, la mayoría absoluta que tendrá el fujimorismo a partir del 28 de julio es preocupante. Además, aunque se ubica en posiciones ideológicas casi antagónicas, resalta la consecuencia de Verónika Mendoza, ex candidata del FA. PUEDES VER: Fujimoristas presionan al TC para que libere a ex presidente Conocidos los resultados del 10 de abril, ¿a qué se enfrenta su partido? Tiene que pasar por un proceso interno, a eso obligan los resultados. Pero eso debe ocurrir después del 5 de junio, cuando se elige a un nuevo Presidente y se recuerda un año más de la tragedia de Bagua. Mientras tanto, en estos meses que quedan de Congreso hay que empujar algunos temas para garantizar el equilibrio de poderes, como la elección del defensor del pueblo. ¿Coincide en el diagnóstico general de que la alianza con el APRA no sumó? El partido tomó una decisión que respeto. Los resultados están ahí. Se pasó la valla electoral, en todo caso. Lo que sí debo decir es que hubo de parte de la militancia, de ambos partidos, mucha lealtad. Y por eso lo que yo le debo a esa alianza es la gratitud de mi silencio. La alianza fue lo que fue. Nos hubiera gustado otros resultados, es evidente, pero prefiero hablar de eso pasada la segunda vuelta. Al menos no perdieron la inscripción, como dice. Eso en términos deportivos, equivale a salvar la baja. El ejemplo es tal cual. Aunque no consiguieron representación parlamentaria. Eso los deja en una posición de debilidad política innegable. Bueno, sin duda que carecer de un espacio en el Congreso es complicado.Ahora hay que cambiar de trinchera. No voy a dejar de trabajar por los derechos humanos, como lo he hecho toda mi vida... Es su caso. ¿Y su partido? Igual, el PPC no va a dejar de trabajar por la consolidación de la democracia. No tendremos congresistas pero tenemos alcaldes, en Lima, en Cajamarca. Lo que nos toca ahora es hacer partido, repensarnos después del 5 de junio. ¿Es cierto que piensa en postular a la secretaría general del PPC acompañando a Alberto Beingolea, quien postularía a la presidencia? Sí, es verdad. Es una ilusión que tenemos algunos jóvenes del partido... Jóvenes cuarentones. Es cierto, jóvenes entrados en años, digamos. Vayamos a las elecciones. ¿Sobre qué le gustaría que se definan Fujimori y Kuczynski? A mí me interesa saber, por ejemplo, qué van a hacer con las demandas que tienen los pueblos indígenas y originarios frente a un Estado que les ha dado la espalda durante años. Hay que exigirles un compromiso expreso. El fujimorismo aseguró una mayoría absoluta en el Congreso. ¿Le preocupa? Por supuesto que me preocupa un escenario así, no lo voy a negar, y con independencia de quién sea el Presidente. Que haya una mayoría absoluta parlamentaria (fujimorista) preocupa porque si uno piensa en el pasado hay dudas razonables. Yo las tengo, como las tiene el porcentaje mayoritario de quienes no votaron a Fuerza Popular. Si Fujimori ganara, el escenario sería como el del 95-2000, con el fujimorismo controlando gobierno y Congreso. Yo creo que un eventual triunfo de Keiko Fujimori tendría como consecuencia un país polarizado. ¿Por qué razón? Hay un porcentaje importante de electores que sí quieren al fujimorismo y eso hay que aceptarlo. Pero también hay un antifujimorismo muy sólido, muy orgánico, formado por ciudadanos de diferentes filosofías políticas, militantes de esa causa, y que en realidad no es una causa en contra de la señora Keiko... En realidad es en contra de lo que representa. De lo que representa, de lo que encarna. Y hay otro grupo de personas que desconfían, y es legítimo. ¿En qué sector se ubica? No me gustan los “anti”. Me ubico entre las desconfiadas, claramente. Trabajo con víctimas de desaparecidos, con lo cual mi sensibilidad es distinta. A mí sí me hace mucho daño cuando se refieren a las víctimas sin respeto. Tengo dudas. Sin embargo, esas dudas no se convertirán en violencia, ni mucho menos. Respetaré la decisión que tome el país. ¿Le molestan algunas de las señas ofrecidas por representantes del fujimorismo? A veces, esas cosas revelan un triunfalismo que no le hace bien a su lideresa. Esta oportunidad que tiene la señora Keiko es magnífica para diferenciarse de su padre. Al mismo tiempo, Kuczynski va a tener que enfrentar el respaldo que le ofreció a Keiko en el 2011 y sustentar sus motivos, o la gente puede decirle, con todo derecho, que no tiene por qué creerle su discurso de hoy. Lo que ha pasado con los últimos presidentes es que han ofrecido algo y han hecho otra cosa. Humala llegó a segunda vuelta con otro programa. Exactamente. Y sus parlamentarios, electos en primera vuelta con otro plan, traicionaron esas ideas por el poder. Por eso es que Verónika Mendoza recibió el premio que recibió, porque fue la única que, en el auge del poder del humalismo, renunció. Yo no soy de izquierda, es más discrepo del pensamiento de Mendoza... Aunque intuyo que le ha gustado cómo se ha portado. Pero por supuesto. Honra a la política el ser consecuente. Los dinosaurios que acompañaban a Humala no tuvieron la valentía de desprenderse del poder. Se doblegaron. Ella, en cambio, dijo ¡chau! Se paró en protesta por lo que pasaba en Espinar y se fue. ¿Le asustó la candidatura de Mendoza? No me asustaba ella. Sus ideas, sí. Y lo hemos conversado. Mi relación con Mendoza es de mucho respeto. Claro, yo combato a la izquierda. Tengo una doctrina detrás de mi comportamiento político. ¿De centro derecha? No, no. Yo soy de centro. Y dicho sea de paso, me parece que una de las cosas que tiene que hacer el partido es redefinirse doctrinariamente. ¿Siente que se les vincula indebidamente con la derecha? Quizás lo que vivía el país en algún momento, post Velasco, post reforma agraria, requería un mensaje económico muy duro. Sin embargo, la economía social de mercado que nos inspira no es de derecha. Es cierto que el discurso preferente por los pobres nunca se ha materializado ni en la conducta ni en muchos de los hechos, pero tenemos muchas cosas escritas y documentos. ¿Van a asumir una posición institucional frente a la segunda vuelta? Desde luego. Las personas del partido que tenemos participación en el debate público no podemos tomar posiciones en sentidos diferentes. Eso es imposible y no es serio. ¿Cuál será su parecer? Se discutirá internamente.